Es oficial: la recesión mundial de la industria automotriz está en pleno apogeo.
La producción de automóviles en Alemania ha caído a sus niveles más bajos en 23 años, según Bloomberg. Nombres como Volkswagen, BMW y Daimler produjeron 4,66 millones de automóviles en fábricas alemanas el año pasado, que es el número más débil desde 1996.
La disminución del 9% se atribuyó a la disminución de la demanda de los mercados internacionales y se estima que las entregas disminuyan a 78,9 millones de vehículos este año, desde 80,1 millones en 2019.
Las preocupaciones de contaminación lideradas por el escándalo de trampas diésel de Volkswagen en 2015 han amenazado con destronar a Alemania como una potencia mundial de fabricación. Combinado con la recesión automotriz mundial, los conflictos comerciales y la desaceleración de las economías, es una receta para la caída de la producción.
Alemania ha sido más susceptible a las regulaciones de emisiones debido a la propensión del país a fabricar vehículos de alto rendimiento. Marcas como BMW, Porsche y Audi se han hecho un nombre centrándose en la potencia y el rendimiento.
Mientras tanto, la industria se centra en invertir en vehículos más limpios y características de conducción autónoma. El mercado ha estado recompensando a estas compañías, con la compañía de viajes compartidos Uber publicando un valor de mercado casi equivalente a Daimler.
Esto ha llevado a la industria a "explorar proyectos inusuales", según Bloomberg:
En el show de electrónica CES en Las Vegas, el Mercedes-Benz de Daimler presentó un concept car inspirado en la película Avatar. El vehículo eléctrico cuenta con un movimiento lateral similar a un cangrejo y controles biométricos para permitir que "humanos y máquinas se fusionen".
El mercado nacional de automóviles del país creció un 5% el año pasado después de que los compradores registraron 3.6 millones de automóviles nuevos, la mayor cantidad desde 2009. Pero la industria espera que el mercado se contraiga este año y se anticipan recortes de empleos en medio de la transición a vehículos eléctricos. Alemania mantuvo su liderazgo sobre Noruega como el mercado de vehículos eléctricos más grande de Europa, después de vender 63,281 vehículos eléctricos el año pasado.