Los mayores riesgos en los distintos ejercicios de cada deporte

Los mayores riesgos en los distintos ejercicios de cada deporte

Practicar deporte puede enseñar a trabajar en equipo, aumentar la autoestima y mejorar la salud, pero no todo son juegos y diversión. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades calculan que hay alrededor de 8,6 millones de lesiones relacionadas con los deportes cada año, que van desde fracturas de manos en el boxeo hasta traumatismos en la cabeza por caerse de caballos. Pocos de estos son fatales, pero pueden convertir rápidamente incluso el partido más amigable en un baño de sangre. Al analizar los millones de incidentes catalogados en el Sistema Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones en 2018, identificamos los riesgos en ejercicios más comunes por deporte

y sorprendentes y los combinamos en un evento súper peligroso.

Los mayores riesgos al jugar a baloncesto

Regatear por la cancha puede tener consecuencias. Las fracturas de manos y dedos son comunes, pero la verdadera amenaza proviene del juego de pies. Las maniobras laterales y las paradas repentinas contribuyeron a 77,023 esguinces de tobillo y 25,222 esguinces de rodilla en un año. Y cuidado con los codos voladores: el baloncesto es la principal causa de lesiones oculares en deportistas, con 2.638 mirones magullados.

Los mayores riesgos al montar en bicicleta

Las bicicletas suponen una gran amenaza para sus habitantes. El asiento de plástico moldeado ejerce presión sobre los músculos, los huesos y las terminaciones nerviosas durante los recorridos de larga distancia. En un choque, incluso puede empalar a su jinete; en un solo año, 1,419 personas sufrieron daños en su área privada mientras andaban en bicicleta, como fracturas pélvicas y heridas penetrantes del recto. Las caídas también hacen que los vehículos de dos ruedas sean líderes en daños dentales.

Los mayores riesgos al jugar a fútbol Américano

Lanzar la piel de cerdo resultó en 26.478 conmociones cerebrales, una forma de daño cerebral por el movimiento rápido dentro del cráneo, durante un año. Estos incidentes pueden ocurrir en cualquier nivel, desde clubes juveniles hasta la NFL. La mayoría de los síntomas se resuelven en unas pocas semanas, pero algunos médicos ahora temen que el trauma repetido pueda tener consecuencias a largo plazo para la cognición, la memoria y la estabilidad emocional.

Los mayores riesgos al practicar atletismo

En solo 12 meses, la alegría resultó en 3,225 traumas en la cabeza y 2,354 conmociones cerebrales. La mayoría ocurren durante las acrobacias, cuando los atletas escalan pirámides humanas y se impulsan en el aire. A diferencia de otros deportes, donde el daño ocurre durante las competiciones, estas catástrofes tienden a ocurrir en la práctica durante las innumerables repeticiones necesarias para perfeccionar las hazañas que desafían la gravedad.

Los mayores riesgos al jugar en el recreo

Se estima que 45,225 personas se lastimaron en estas atracciones, principalmente al caer de las barras. Volar desde columpios y deslizamientos contribuyó a miles de lesiones en la cabeza, laceraciones y roturas de la parte inferior del brazo adicionales. El peligro incluso puede acechar en su propio patio trasero: los trampolines caseros causaron 14,424 esguinces de tobillos y 8,815 fracturas en la parte inferior de las piernas en 2018.

Los mayores riesgos al realizar natación

La otitis externa aguda (mejor conocida como oído de nadador) no es el único problema relacionado con la piscina. Los remeros informaron 70.435 casos de daño auditivo en un año. Estos van desde la otomicosis, una acumulación de hongos causada por el agua contaminada, hasta el oído del surfista, en el que la exposición prolongada al líquido frío hace que crezcan espolones óseos en el canal. Si no se tratan, ambos pueden provocar una pérdida auditiva permanente.

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