Según el ACNUR, más de 900,000 personas han huido de la violencia más reciente en el noroeste de Siria desde el 1 de diciembre.
Han luchado por escapar de una ofensiva amplia y de múltiples frentes de las fuerzas respaldadas por Rusia del presidente sirio Bashar Assad
Los desplazados se esconden en cuevas subterráneas, refugios inacabados y cementerios. Algunos queman ropa para evitar temperaturas bajo cero.