El ministro de cultura de Omán, Haitham bin Tariq, asumió el cargo de gobernante real después de la muerte de su primo, el sultán Qaboos, quien transformó su nación y se convirtió en un mediador vital en una región turbulenta.
Qaboos, quien murió el viernes a la edad de 79 años como el líder más antiguo del mundo árabe moderno, llegó al poder en 1970 cuando depuso a su padre en un golpe de palacio.
Había estado enfermo por algún tiempo y se creía que padecía cáncer de colon. Qaboos no había dejado ningún heredero aparente. No estaba casado, no tenía hijos ni hermanos y su sucesor debía ser elegido en una reunión de la familia real.
Según la constitución omaní, tenían tres días para tomar una decisión y, si no llegaban a un acuerdo, la persona elegida por el sultán fallecido en una carta sellada le sucedería.