En el distrito más oriental de Cracovia, una visión idealista de los años 40 se enfrenta a la realidad moderna.
Este artículo es parte de la serie Home Truths: Europe's Housing Challenge.
NOWA HUTA, Polonia – Considerado como un excelente ejemplo de arquitectura socialista realista, el asentamiento de Nowa Huta representa la visión de la ciudad del futuro de la era comunista de Polonia.
Fundado en 1949, tenía la intención de apoyar un aumento de la producción industrial en Europa del Este después de que la región cayó bajo el dominio de Moscú después de la Segunda Guerra Mundial.
El proyecto utópico se concibió como un paraíso para los trabajadores, centrado en el gigante Vladimir Lenin Steel Works y desarrollado desde cero. Incluía viviendas para trabajadores, escuelas, parques, hospitales y bulevares, pero no había lugares de culto en línea con el ateísmo del bloque comunista.
La ciudad creció rápidamente y, a los pocos años de su fundación, tenía más de 100,000 residentes; la acería empleó a 40,000 trabajadores en su apogeo. Pero Nova Huta también vio su parte de tensión política, y en las décadas de 1950 y 1960, surgieron protestas en apoyo de la construcción de una iglesia católica.
En 1988, la acería vio huelgas, que hicieron mucho para socavar el liderazgo comunista y provocar la introducción de la democracia en Polonia. La economía de la ciudad ha tenido problemas en los últimos años a medida que la fortuna de la acería ha disminuido.
– Charlie Duxbury