El Defensor del Pueblo de la UE critica a EBA por permitir que Farkas se una al grupo de presión financiera



El Defensor del Pueblo Europeo dijo que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) se equivocó al permitir que su Director, Adam Farkas, se convirtiera en el jefe de un lobby principal para la industria financiera.

"La decisión de EBA de no prohibir a su Director Ejecutivo convertirse en el CEO de un lobby de la industria financiera fue una mala administración. Prohibir el cambio de trabajo habría sido una medida necesaria y proporcionada en este caso particular ", descubrió Emily O’Reilly, Defensor del Pueblo de la UE.

O’Reilly lanzó una investigación sobre el movimiento de Farkas el 20 de enero, luego de una queja sobre la decisión de EBA de permitir que su Director se convierta en CEO de la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AFME), que reúne a gigantes bancarios.

Farkas, Director Ejecutivo de la EBA desde 2011, tuvo acceso a la información confidencial del organismo de control bancario de la UE hasta el 23 de septiembre de 2019, aunque su movimiento planeado se anunció casi dos meses antes, el 1 de agosto. Dejando un puesto en instituciones públicas para unirse al sector privado que busca influir en la legislación es el llamado tema de "puertas giratorias".

"Si este movimiento no justificara el uso de la opción, prevista en la legislación de la UE, para prohibir que alguien se mude a ese rol, entonces ningún movimiento lo haría", dijo O’Reilly en un anuncio emitido el lunes.

La investigación encontró que, aunque EBA había establecido amplias restricciones a su aprobación de la nueva posición de Farkas en AFME, no tenía la capacidad de monitorear su implementación adecuada.

También se concluyó que EBA no tomó de inmediato suficientes salvaguardas internas para proteger su información confidencial cuando la medida planeada de Farkas se hizo evidente.

Para evitar un caso similar de mala administración en el futuro, O'Reilly recomendó que EBA establezca procedimientos internos para denegar de inmediato el acceso a la información al personal que está por mudarse a otro trabajo, y que también considera la opción de prohibir a su personal superior asumir ciertos puestos después de su mandato, por un período de tiempo específico.

"Las autoridades públicas no pueden permitirse convertirse en representantes de reclutamiento para las industrias que regulan", agregó O’Reilly.

LO MÁS LEÍDO

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *