Europa no está preparada para enfrentar futuros brotes de enfermedades mortales



Un nuevo proyecto de investigación de la Economist Intelligence Unit (EIU) descubrió que los países de Europa todavía no están preparados adecuadamente para prevenir, detectar o responder a brotes de enfermedades importantes.

La investigación de EIU fue parte de un esfuerzo conjunto lanzado por la Iniciativa de Amenaza Nuclear (NTI) y el Centro para la Seguridad de la Salud (CHS) de Johns Hopkins. La investigación encontró que, a pesar de sus niveles de ingresos, los 28 miembros de la UE tienen grandes lagunas en su capacidad de estar completamente preparados para brotes importantes, aunque localizados, y mucho menos una nueva pandemia mundial significativa. En particular, algunos de los países más ricos de la UE parecen estar menos preparados, de forma similar a los países menos desarrollados.

Cinco años después de la aparición de la epidemia de ébola en África occidental, la EIU advirtió que los rápidos avances tecnológicos y la interconectividad están generando nuevos riesgos que incluyen la recreación y la ingeniería de patógenos mortales. Los hallazgos también revelaron que un nuevo brote viral o bacteriano podría convertirse rápidamente en una pandemia global y que la infraestructura de salud de la UE estaría mal preparada para manejar las consecuencias.

La resistencia a los antimicrobianos, o la capacidad de los microorganismos para resistir los tratamientos antimicrobianos, incluidos los antibióticos, es responsable de 33,000 muertes cada año en la Unión Europea. Anualmente, esto le cuesta a los contribuyentes de la UE aproximadamente 1.500 millones de euros en costos adicionales de atención médica.

El uso excesivo de antibióticos que se ha convertido en un lugar común en los últimos años ha resultado en un aumento de bacterias resistentes y ha hecho que las infecciones comunes sean mucho más letales.

La campaña One Health Action Plan de Bruselas, que tiene como objetivo hacer retroceder la resistencia a los antimicrobianos, es lamentablemente insuficiente para las realidades actuales de hoy, dijo el Observatorio Europeo en su informe más reciente.

Sin embargo, algunas instituciones europeas han mitigado ciertos riesgos al minimizar su potencial impacto negativo. Entre las recomendaciones de la EIU está la necesidad de mayores inversiones en investigación y desarrollo en nuevas terapias antimicrobianas, diagnósticos y vacunas.

Además, Europa necesita tomar medidas enérgicas contra el uso excesivo y sin receta de antibióticos y fortalecer sus estándares de prevención.

El informe de la EIU destacó que se habían realizado progresos en la campaña en curso para detener la propagación de enfermedades infecciosas, pero la falta de preparación inherente de Europa sigue siendo una preocupación importante que debe abordarse de inmediato.

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