La libertad de los medios no debe ser víctima de Covid-19



A medida que el mundo lidia con la velocidad y la escala de la devastación causada por Covid-19, la necesidad de acceso a información confiable, precisa e independiente nunca ha sido tan aguda.

Dado que las tasas de mortalidad mundiales no muestran signos de desaceleración, la economía mundial se desmoronó y la sociedad se detuvo, no hay precedentes de esta emergencia.

Estamos luchando con los ojos vendados. Cada día nos está costando miles de vidas. Pero sin el flujo libre de información vital: los aprendizajes de otros países, las advertencias de los médicos, la experiencia de los científicos, la orientación al público, no tenemos ninguna posibilidad de luchar contra ella.

Un medio libre y vibrante es más importante que nunca. Sin embargo, una de las consecuencias más catastróficas de esta crisis es que está allanando el camino para una ofensiva contra las libertades de prensa en todo el mundo.

Un patrón peligroso parece estar surgiendo; ve que algunos gobiernos aprovechan cada vez más la pandemia para instigar medidas, en una escala de gravedad variable, que imponen restricciones a la cobertura de noticias.

A corto plazo, estos son extremadamente perjudiciales. Pero las consecuencias a largo plazo de suprimir el periodismo independiente podrían erosionar significativamente las libertades civiles.

¿Por qué está pasando esto?

Hay tres razones principales para frenar las libertades de los medios dirigidas por el estado. La primera es que algunos gobiernos están actuando principalmente para contrarrestar desesperadamente la rápida difusión de información errónea que se ve impulsada por una mayor dependencia de las redes sociales y una mayor sed de noticias.

Pero las medidas tomadas por estos países, incluso por naciones democráticas que hasta ahora han alentado a medios prósperos y diversos, no tienen precedentes.

Hace apenas un mes, el gobierno de Sudáfrica aprobó una nueva ley que criminaliza la desinformación sobre Covid-19, que conlleva penas de prisión.

La medida ha suscitado inquietud por parte de las organizaciones mundiales de libertad de medios, incluidas el Comité para la Protección de los Periodistas, quienes señalan

que el gobierno debería centrarse en proporcionar información confiable para contrarrestar la amenaza de desinformación, en lugar de allanar el camino para la censura de la prensa.

En el Reino Unido, la fuerte respuesta del gobierno a cierta cobertura crítica de los medios sobre su manejo de la crisis incluso ha llevado a Richard Horton, editor de la revista médica Lancet, a acusar al gobierno de "reescribir deliberadamente la historia en su actual campaña de desinformación Covid-19".

Mientras tanto, el primer ministro Narendra Modi ha emitido una serie de solicitudes para alentar a los principales medios de comunicación de la India a publicar 'historias inspiradoras y positivas'

sobre la respuesta del gobierno a la pandemia, citando la necesidad de rechazar el "rumor" y la "negatividad".

La segunda razón para restringir las libertades de prensa es suprimir activamente los informes de noticias que podrían generar críticas a las políticas y el liderazgo en respuesta a la crisis.

El presidente Trump ha dibujado críticas de organizaciones de libertad de medios después llamando abiertamente a los periodistas haciendo preguntas sobre su manejo de la crisis durante las sesiones de prensa.

Detenido, excluido, desaparecido

En Serbia, ha habido informes de que los periodistas han sido arrestados por informar sobre la escasez de equipos médicos, mientras que en Eslovenia y la República Checa, son impedido asistir a las sesiones de prensa por completo.

Mientras tanto en marzo, Egipto expulsó a la guardiana Ruth Michaelson siguiendo su historia basada en un estudio realizado por un equipo de especialistas en enfermedades infecciosas que cuestionó el recuento oficial de casos de coronavirus en el país.

Del mismo modo, en abril, Iraq suspendió la licencia de la agencia de noticias Reuters por informar sobre una discrepancia entre las cifras oficiales y "reales" de Coronavirus.

La suspensión fue levantada más tarde.

Finalmente, en países donde una prensa libre ya está siendo atacada, la medida para controlar la información "para el bien público" se está explotando para tomar aún más el poder político.

Hace solo tres semanas en Hungría, el parlamento aprobó una ley que autoriza al primer ministro Viktor Orbán a gobernar por decreto, otorgándole poderes de emergencia sin precedentes del país, aparentemente hasta el final de la pandemia. Una sentencia de prisión de cinco años amenaza a cualquiera que difunda 'información falsa'.

Las medidas han suscitado severas críticas por parte de la Comisión Europea, con 13 estados miembros de la UE emitir una declaración conjunta expresando profunda preocupación por su impacto potencial en los derechos y libertades fundamentales.

Jordania estado de emergencia recientemente declarado otorga al primer ministro Omar Razzaz el poder de "monitorear el contenido de periódicos, anuncios y cualquier otro método de comunicación antes de la publicación, y de censurar y cerrar cualquier medio sin justificación" junto con una serie de otras restricciones a los derechos básicos. La violación de la ley también puede conducir a penas de prisión.

Mientras tanto, China insiste en que sus medidas autoritarias, que ha incluido revocar las visas de un gran número de prensa internacional, ha llevado al éxito en el control del virus.

Esto es difícil de disputar sin un informe de prensa libre en la región. (El periodista independiente Li Zehua, uno de los primeros en informar sobre la pandemia, sigue desaparecido)

Desde arrestos en Venezuela y Turquía, a Decreto de emergencia de Rumania que permite a las autoridades cerrar sitios web y eliminar contenido considerado como "noticias falsas", a Rusia, donde se están utilizando nuevas leyes para censura informes sobre la pandemia, la ley está siendo armada contra la libertad de prensa, y los periodistas están siendo silenciados. Si no se controla, las consecuencias reales y devastadoras para el libre acceso a la información serán duraderas y catastróficas.

En la Fundación Thomson Reuters, utilizamos el poder combinado del periodismo y la ley para defender y promover la libertad de los medios, la piedra angular de la democracia.

Nuestra respuesta más inmediata La pandemia incluye trabajar con organizaciones asociadas, incluido el Foro Económico Mundial, el Fondo Mundial, Google y la OCDE, para ampliar la capacidad de periodismo en los países donde se avecina la próxima pandemia.

Covid-19 se ha cobrado muchas vidas. Pero no podemos dejar que una prensa libre sea víctima de esta pandemia.



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