Las Naciones Unidas y el Unión Europea se unieron a los Estados Unidos y cinco países europeos el 22 de octubre en Bruselas, reiterando su compromiso de alcanzar un "acuerdo de paz sostenible" que ponga fin a la guerra de 18 años en Afganistán.
Los participantes intercambiaron puntos de vista sobre el estado actual del proceso de paz afgano. Confirmaron que una paz sostenible solo se puede lograr a través del diálogo e instaron a todas las partes a tomar las medidas necesarias para reducir la violencia.
Se comprometieron a promover un proceso de paz liderado por Afganistán y subrayaron la necesidad de apoyo internacional a las Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional Afganas y otras instituciones gubernamentales. Afirmaron que están dispuestos a trabajar con el gobierno afgano, los talibanes y otros líderes políticos afganos de la sociedad civil "para alcanzar un acuerdo de paz integral y sostenible".