Multilateralismo inteligente en un mundo nuevo

Después de la elección de Joe Biden y la reinvención de la estrategia estadounidense en el mundo, ahora existe la oportunidad de desarrollar una nueva estrategia de multilateralismo inteligente.

En un mundo complejo e incierto, las relaciones estratégicas entre naciones se están convirtiendo en elementos clave para los desafíos del futuro. Algunos países como China se están convirtiendo en actores centrales en un mundo de cambios y será importante establecer un nuevo contrato de confianza entre naciones.

El multilateralismo inteligente es la respuesta correcta a los desafíos que enfrenta nuestro nuevo mundo. La situación económica mundial se está volviendo difícil. Muchas empresas enfrentan el desafío de reinventar sus mercados y redefinir su propuesta de valor estratégico en un contexto general. Tienen la oportunidad de reposicionarse en un momento de mayor incertidumbre y complejidad. En este sentido, necesitamos nuevas respuestas a los diferentes problemas que enfrenta nuestra sociedad.

Una nueva forma de multilateralismo debe ser una plataforma de convergencia estratégica que incluya diferentes ideas y propuestas comprometidas con los objetivos de desarrollo para el futuro.

Esto apoyaría conceptos con algunas propuestas estratégicas que demandan una nueva agenda operativa. Este nuevo mundo que vivimos debe saber integrar, de forma positiva, a ciudadanos que no tienen las mismas oportunidades en una sociedad que no es exactamente igual para todos.

La cohesión social se hace con la participación constructiva de la ciudadanía y cada vez es más necesario tener una actitud efectiva de movilización para este esfuerzo. Una política integradora positiva es una señal de que este mundo multilateral tiene un propósito efectivo que es claro en su definición y ejecución.

La innovación y la tecnología deben ser motores de cambio para este nuevo mundo de demandas. Las universidades y las empresas deben crear una nueva alianza estratégica que se centre en los objetivos de valor añadido, creatividad y conocimiento. Esta es la base para la implementación futura de una estrategia de creación de valor más consistente y mejores interconexiones entre diferentes naciones.

La competitividad no debe decidirse por ley y es muy importante co-crear una nueva inteligencia colectiva que se centre en una cultura de innovación abierta y valor compartido.

Un mundo multicultural es un diálogo inteligente entre el pasado y el futuro. La cultura debe marcar la diferencia en este proceso de reconstrucción y centrarse en la capacidad de los ciudadanos y las instituciones para preservar su identidad. Esta es una ambición que todos debemos abrazar con confianza a fin de crear los pilares clave necesarios para un mundo nuevo, inteligente y multilateral donde la competencia y la confianza deben ser las palabras clave que marquen la diferencia.

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