Al no proporcionar a los usuarios de Siri un control claro sobre cómo se usan sus datos, Apple está en desacuerdo con la doctrina de privacidad que predica en las vallas publicitarias (John Gruber / Daring Fireball)
Al principio cagué de esta historia, sobre todo porque creía que sabíamos sobre esto, y que las grabaciones solo se guardaron de los usuarios que habían dado su consentimiento.