A lo largo de la costa de la península de Yucatán en México, un mundo submarino oculto se encuentra justo debajo de la superficie, tan rico en maravillas geológicas como los tesoros de la civilización maya que alguna vez lo habitó.
Dentro de las cuevas profundas y hundiéndose cenotes – sumideros formados naturalmente – que pueblan este antiguo y misterioso paisaje, los investigadores acaban de hacer otro descubrimiento notable.
Sumergido en el fondo de un cenote en un sitio arqueológico llamado San Andrés cerca de la antigua ciudad maya de Chichén Itzá
“Mientras tomábamos un descanso para la descompresión en el cenote … noté que cinco metros por debajo del nivel actual del agua había una huella oscura en la pared de piedra”. explica
La investigación posterior reveló una estructura de tronco de madera, que los buzos finalmente se dieron cuenta de que era una canoa sorprendentemente bien conservada, que mide aproximadamente 1,6 metros de largo (más de 5 pies).
La canoa, cuyas estimaciones iniciales se remontan al 830-950 d.C. (junto con el Período Clásico Terminal de la historia maya, con la que Chichén Itzá está más asociado), sufrirá análisis dendrocronológico
Los investigadores dicen que el bote podría haber sido con el propósito de realizar rituales, en los que se pueden haber hecho ofrendas a los Dioses mayas, o también podría haber sido utilizado para transportar agua fuera del cenote (quizás sea mejor para ahondar en él).
Si bien fragmentos de botes como este (y sus remos) se han ubicado anteriormente en otros sitios, incluidos Quintana Roo, Guatemala y Belice, el nuevo descubrimiento parece ser único debido a su estado intacto.
“La relevancia radica en que es la primera canoa de este tipo que se encuentra completa y tan bien conservada en la zona maya”. los investigadores explican.
Además de la canoa, exploraciones recientes de los cuerpos de agua del sitio de San Andrés han revelado una serie de otros hallazgos, incluidos restos esqueléticos, un mural pintado en las paredes de la caverna, un monumento rocoso llamado estrellas, fragmentos de cerámica rotos y un cuchillo ritual.
“Es evidente que esta es una zona donde se realizaban ceremonias, no solo por la alfarería intencionalmente fragmentada, sino también por los restos de carbón vegetal que indican su exposición al fuego”. los investigadores dicen.
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