
Los científicos identifican un rasgo del habla que presagia el deterioro cognitivo: Heaven32

¿Puedes pasarme el como se llame? Está ahí, al lado del cacharro.
Muchos de nosotros experimentaremos “letológica”, o dificultad para encontrar las palabras, en la vida cotidiana. Y suele volverse más evidente con la edad.
La dificultad frecuente para encontrar la palabra adecuada puede indicar cambios en el cerebro coherente con las primeras etapas (“preclínicas”) de la enfermedad de Alzheimer, antes de que surjan síntomas más obvios.
Sin embargo, una estudio reciente Un estudio de la Universidad de Toronto sugiere que es la velocidad del habla, más que la dificultad para encontrar palabras, un indicador más preciso de la salud cerebral en los adultos mayores.
Los investigadores pidieron a 125 adultos sanos, de entre 18 y 90 años, que describieran una escena en detalle. Las grabaciones de estas descripciones fueron analizadas posteriormente mediante un software de inteligencia artificial (IA) para extraer características como la velocidad del habla, la duración de las pausas entre palabras y la variedad de palabras utilizadas.
Los participantes también completaron una serie de pruebas estándar que miden la concentración, la velocidad de pensamiento y la capacidad de planificar y llevar a cabo tareas. El declive relacionado con la edad en estas capacidades “ejecutivas” estaba estrechamente vinculado con el ritmo del habla cotidiana de una persona, lo que sugiere un declive más amplio que la mera dificultad para encontrar la palabra adecuada.
Un aspecto novedoso de este estudio fue el uso de una “tarea de interferencia imagen-palabra”, una tarea inteligente diseñada para separar los dos pasos del nombramiento de un objeto: encontrar la palabra correcta e instruir a la boca sobre cómo decirla en voz alta.
Durante esta tarea, a los participantes se les mostraron imágenes de objetos cotidianos (como una escoba) mientras se reproducía un clip de audio de una palabra que está relacionada en significado (como “mop”, que hace más difícil pensar en el nombre de la imagen) o que suena similar (como “groom”, que puede hacerlo más fácil).
Curiosamente, el estudio descubrió que la velocidad natural del habla de los adultos mayores estaba relacionada con su rapidez para nombrar imágenes. Esto pone de relieve que una desaceleración general del procesamiento podría ser la base de cambios cognitivos y lingüísticos más amplios con la edad, en lugar de un desafío específico en la recuperación de palabras en la memoria.
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Cómo hacer que los hallazgos sean más potentes
Si bien los hallazgos de este estudio son interesantes, encontrar palabras en respuesta a señales basadas en imágenes puede no reflejar la complejidad del vocabulario en una conversación cotidiana sin restricciones.
Las tareas de fluidez verbal, que requieren que los participantes generen tantas palabras como sea posible a partir de una categoría determinada (por ejemplo, animales o frutas) o que comiencen con una letra específica dentro de un límite de tiempo, se pueden usar con denominación de imágenes para capturar mejor el fenómeno de “la punta de la lengua”.
El fenómeno de la punta de la lengua se refiere a la incapacidad temporal de recuperar una palabra de la memoria, a pesar de un recuerdo parcial y la sensación de que se conoce la palabra.
Estas tareas se consideran una mejor prueba de las conversaciones cotidianas que la tarea de interferencia de imágenes y palabras porque implican la recuperación y producción activa de palabras del propio vocabulario, similar a los procesos involucrados en el habla natural.
Si bien el rendimiento en fluidez verbal no disminuye significativamente con el envejecimiento normal (como se muestra en un Estudio 2022), un bajo rendimiento en estas tareas puede indicar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Las pruebas son útiles porque tienen en cuenta los cambios típicos en la capacidad de recuperación de palabras a medida que las personas envejecen, lo que permite a los médicos identificar deficiencias más allá de lo que se espera del envejecimiento normal y detectar potencialmente enfermedades neurodegenerativas.
La prueba de fluidez verbal involucra varias regiones del cerebro involucradas en el lenguaje, la memoria y el funcionamiento ejecutivo y, por lo tanto, puede ofrecer información sobre qué regiones del cerebro se ven afectadas por el deterioro cognitivo.
Los autores del estudio de la Universidad de Toronto podrían haber investigado las experiencias subjetivas de los participantes en cuanto a las dificultades para encontrar palabras junto con medidas objetivas como las pausas en el habla. Esto proporcionaría una comprensión más completa de los procesos cognitivos involucrados.
Los informes personales sobre la “sensación” de tener dificultades para recordar palabras podrían ofrecer información valiosa que complemente los datos conductuales y potencialmente conducir a herramientas más poderosas para cuantificar y detectar el deterioro cognitivo temprano.
Abriendo puertas
Sin embargo, este estudio ha abierto puertas interesantes para futuras investigaciones, mostrando que no es sólo lo que decimos sino la velocidad con la que lo decimos lo que puede revelar cambios cognitivos.
Al aprovechar las tecnologías de procesamiento del lenguaje natural (un tipo de IA), que utilizan técnicas computacionales para analizar y comprender los datos del lenguaje humano, este trabajo avanza estudios previos que notaron cambios sutiles en el lenguaje hablado y escrito de figuras públicas como Ronald Reagan y Iris Murdoch en los años anteriores a sus diagnósticos de demencia.
Si bien esos informes oportunistas se basaron en la revisión de los datos obtenidos tras un diagnóstico de demencia, este estudio proporciona un enfoque más sistemático, basado en datos y con visión de futuro.
El uso de rápidos avances en el procesamiento del lenguaje natural permitirá la detección automática de cambios en el lenguaje, como por ejemplo una velocidad de habla más lenta.
Este estudio subraya el potencial de los cambios en la velocidad del habla como un marcador significativo pero sutil de la salud cognitiva que podría ayudar a identificar a las personas en riesgo antes de que se manifiesten síntomas más graves.
Claire LancasterProfesor, Demencia, Universidad de Sussex y Alicia StantonCandidato a doctorado, Demencia, Universidad de Sussex
Este artículo se vuelve a publicar desde La conversación bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
Una versión anterior de este artículo se publicó en marzo de 2024.