La población de ratas de Nueva York golpeó con una crisis de hambre durante los encierros


Hay un lado positivo en los bloqueos relacionados con virus en la ciudad de Nueva York. Es decir, la población de ratas ahora está muriendo de hambre. El año pasado, los neoyorquinos se quejaban de las ratas que se apoderaron de la ciudad; ahora parece que estos roedores tienen problemas de seguridad alimentaria.

Un rodentólogo urbano ha dicho El periodico de Wall Street

que las ratas se han vuelto hostiles y están recurriendo al canibalismo a medida que la comida escasea con los restaurantes cerrados.

El estricto distanciamiento social ha confinado a millones de personas a sus hogares, ya que la actividad económica se ha detenido en la ciudad. Las empresas han cerrado sus operaciones, lo que resulta en calles más limpias y menos basura.

"De repente, la ciudad de Nueva York está más limpia que nunca", dijo el rodentólogo urbano Bobby Corrigan. "Terminas con este grupo de ratas desorientadas y estresadas que se alimentan".

La seguridad alimentaria se ha convertido en un problema importante para estos roedores, obligando a algunos a migrar a nuevas áreas. Corrigan dijo que estos carroñeros están causando un alboroto entre ellos, hambrientos y peleando, mientras que algunos han recurrido al canibalismo.

Gil Bloom, presidente de Standard Pest Management, dijo que las ratas han estado vigilando restaurantes abiertos ya que las opciones de comida se han limitado durante los bloqueos. Dijo que los operadores de restaurantes habían necesitado sus servicios de exterminio ya que se había visto una "afluencia" de roedores en ciertos restaurantes durante la pandemia.

"Ahora se han dado cuenta de quién sirve el buffet de medianoche", dijo Bloom. "Esos lugares que están tirando basura que eran objetivos secundarios que ahora son objetivos primarios".

La ciudad de Nueva York ha tenido un problema de ratas durante décadas. Una mirada, por Manhattan Avenue, en tiempos anteriores a la corona, y las calles estaban llenas de bulliciosos restaurantes. En tiempos posteriores a la corona, algunos de esos restaurantes permanecen cerrados, y otros pueden nunca volver a abrir, un problema importante para las ratas.

La caída de la actividad económica debido a los cierres relacionados con el virus plantea un importante problema de seguridad alimentaria para la población de ratas.

En el lado positivo, para todos los que se quejan de ratas en 2019: ¿Es el hambre de rata algo tan malo?

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