El Corvette es finalmente el superdeportivo que merece ser.


Si bien el sistema de control de lanzamiento del GT500 permite a los conductores seleccionar entre una gama de velocidades del motor en el lanzamiento, los lanzamientos del Corvette se fijan a 3.500 rpm. El GT500 sobrealimentado tiene mucho más torque para administrar, lo que hace que los lanzamientos sean más complicados. Pero también, el motor reubicado del Corvette se asienta sobre las ruedas motrices, asegurando una mejor tracción para la aceleración, lo que significa que hay menos variación de una carrera a otra, por lo que es apropiado un lanzamiento fijo de rpm, informa Hurley.



LO MÁS LEÍDO

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *