En primer lugar, se calientan. Cada cuchilla contiene una tira de lámina metálica delgada conectada a una fuente de energía, explica Geoffrey Johnson, un ingeniero de limpiaparabrisas en Lincoln. El elemento metálico es resistivo, lo que significa que se calienta cuando la electricidad fluye a través de él, y se une justo encima del caucho para permitir que el calor se disperse. "Mantiene el caucho suave, por lo que puede ajustarse a la forma del vidrio", dice Johnson. "Eso mejora drásticamente su capacidad de limpieza".