Científicos detectan vínculo genético entre resultados de análisis de sangre y algunos trastornos mentales

Los trastornos de salud mental, como la depresión, la esquizofrenia y la anorexia, muestran vínculos con los marcadores biológicos detectados en los análisis de sangre de rutina, según nuestro nuevo estudio de datos genéticos, bioquímicos y psiquiátricos de casi un millón de personas.

La investigación aumentará nuestra comprensión de las causas de las enfermedades mentales y puede ayudar a identificar nuevos tratamientos.

Cuerpo sano mente sana

Las personas suelen considerar la salud mental como algo separado de la salud del resto del cuerpo. Esto está lejos de ser cierto: hay evidencia clara de que muchas sustancias bioquímicas están involucradas en enfermedades como diabetes y condiciones autoinmunes impactan directamente en la función de nuestro cerebro.

Muchos estudios han tr atado de abordar esto centrándose en sustancias llamadas biomarcadores que se pueden medir fácilmente en la sangre.

Un biomarcador es simplemente algo en el cuerpo que es un signo de una enfermedad o proceso en particular. Estos a menudo se relacionan con el tipo de cosas reportadas en un análisis de sangre ordenado por su médico, como colesterol, azúcar en la sangre, enzimas hepáticas, vitaminas o marcadores de inflamación.

Los biomarcadores que se encuentran en los análisis de sangre de rutina son útiles, ya que a menudo se ven afectados por la dieta y el estilo de vida, o por el tratamiento con un medicamento.

El complejo papel de la genética en la salud mental

A menudo es difícil estudiar el papel de estos biomarcadores sanguíneos en las condiciones de salud mental. Muchos estudios en esta área a menudo no son lo suficientemente grandes como para sacar conclusiones sólidas.

Una solución es observar las influencias genéticas tanto en las enfermedades mentales como en las sustancias medidas en la sangre. La genética es útil ya que ahora tenemos datos de millones de personas que se han ofrecido como voluntarias en estudios de investigación.

Tanto las enfermedades mentales como los biomarcadores sanguíneos son lo que los genetistas llaman “rasgos complejos“. En los rasgos complejos, muchos genes están involucrados y los factores ambientales también contribuyen.

La disponibilidad generalizada de datos genéticos nos ha permitido investigar cómo un gran número de pequeños cambios en la secuencia de ADN (o “variantes”) se relacionan con el riesgo de enfermedad mental. Estas mismas variantes también se pueden vincular a los niveles medidos de un biomarcador en la sangre.

Por ejemplo, una variante en un gen en particular puede aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia y también estar relacionada con una disminución en los niveles de una vitamina que circula en la sangre.

La mayoría de estas variantes están asociadas individualmente con cambios muy pequeños en algo como el riesgo de una enfermedad mental, pero pueden sumarse para producir efectos más grandes.

¿Cómo se relacionan los biomarcadores sanguíneos con las enfermedades mentales?

Nuestro estudio reciente buscó usar la genética para investigar la relación entre nueve trastornos de salud mental y 50 factores medidos en análisis de sangre de rutina, como colesterol, vitaminas, enzimas e indicadores de inflamación.

Usamos datos de estudios muy grandes realizados por otras personas, con datos de casi un millón de voluntarios incluidos en total.

Nuestro estudio primero confirmó la existencia de lo que se llama correlación genética entre los biomarcadores sanguíneos y la enfermedad mental, que estaba más extendida de lo que se había demostrado anteriormente.

La correlación genética significa que el efecto de los cambios en la secuencia de ADN sobre el riesgo de una enfermedad mental y los niveles de un biomarcador dado fueron más similares entre sí de lo que ocurriría solo por casualidad.

Para tomar un ejemplo, hubo una correlación genética positiva en nuestro estudio entre el recuento de glóbulos blancos y la depresión. Esto podría indicar que algún proceso en nuestro cuerpo influye tanto en la depresión como en los glóbulos blancos.

Si pudiéramos identificar cuál es este proceso compartido, podría conducir a una mejor comprensión de las causas de la depresión y esto podría ser objeto de tratamiento.

Correlación versus causalidad

Nuestro estudio mostró que había correlación entre la genética de la enfermedad mental y los factores en la sangre, pero esto no nos dice si los biomarcadores sanguíneos están involucrados en qué causas enfermedad mental.

Para distinguir la correlación de la causalidad en medicina, el enfoque estándar de oro es realizar ensayos clínicos en los que los pacientes reciben aleatoriamente un tratamiento o un placebo. Sin embargo, estos ensayos son costosos y difíciles de realizar.

Hicimos la siguiente mejor cosa: usar variantes de ADN vinculadas a cambios en biomarcadores sanguíneos para actuar como un ensayo clínico natural. Este proceso aprovecha el hecho de que heredamos aleatoriamente variantes de ADN de nuestros padres, de la misma manera que los participantes en un ensayo clínico reciben aleatoriamente un tratamiento o un placebo.

Es un método complejo y los resultados necesitan una interpretación cuidadosa.

Encontramos evidencia de que algunas sustancias medidas en la sangre pueden estar involucradas en la causa de algunas enfermedades mentales. Las proteínas relacionadas con el sistema inmunológico, por ejemplo, pueden estar involucradas en la depresión, la esquizofrenia y la anorexia.

Ahora se necesita más trabajo para identificar cómo estas medidas de sangre están involucradas precisamente en estos trastornos y para averiguar si pueden ser objeto de tratamiento. La conversación

Guillermo ReyInvestigador Postdoctoral, Facultad de Ciencias Biomédicas y Farmacia, Universidad de Newcastle, Newcastle, NSW, Australia, Universidad de Newcastle.

Este artículo se vuelve a publicar de La conversación bajo una licencia Creative Commons. Leer el artículo original.

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