El análisis de cenizas volcánicas revela la edad de los primeros fósiles humanos

Un nuevo análisis ha empujado la edad de los más antiguos conocidos Homo sapiens fósiles del este de África se remontan a más de 230.000 años.

Los restos, conocidos como Omo I, fueron descubiertos en sedimentos intercalado entre capas de ceniza volcánica en Etiopía a fines de la década de 1960. Estimaciones anteriores databan los fósiles en alrededor de 197.000 años. Sin embargo, un examen detallado de las cenizas del sitio y de volcanes distantes indica que Omo I es aún más antiguo, un grupo interdisciplinario de científicos reportado en Naturaleza hoy dia.

“Este trabajo es importante para demostrar que el esqueleto de Omo I tiene más de 230.000 años”, dijo Chris Stringer, paleoantropólogo del Museo de Historia Natural de Londres, quien también ha estudiado los restos, dijo en un correo electrónico.

El misterioso Omo I consta de piezas de un solo cráneo que revelan un cráneo alto y un mentón, características lo suficientemente distintivas como para identificarlo como miembro de Homo sapiens

sobre el descubrimiento, dice Céline Vidal, vulcanóloga de la Universidad de Cambridge y coautora de los hallazgos más recientes. Los restos se encontraron en la Formación Kibish del valle inferior de Omo en el sur de Etiopía, un área que era muy volcánicamente activa en el momento en que estaba habitada por los primeros ancestros humanos.

Omo I y Omo II Homo sapiens cráneos fósiles en b lanco y negro
Descubiertos en la década de 1960, estos cráneos del río Omo en Etiopía se encuentran entre los fósiles humanos más antiguos que se conocen. Día de HM

No obstante, el valle del Rift habría sido un lugar atractivo para vivir durante esta época, ya que estaba lleno de lagos y bosques. Los volcanes habrían creado suelo fértil y abundante roca de obsidiana para fabricar herramientas. El valle “proporcionó recursos para que prosperara la especie”, dice Vidal.

Es difícil determinar directamente la edad de los huesos mal conservados, dice Vidal. En cambio, los investigadores han investigado el entorno que rodea a Omo I. Esfuerzos anteriores se han centrado en una capa de ceniza volcánica cerca pero no por encima o por debajo de los fósiles, lo que arrojó una edad de poco menos de 200.000 años. “Pero la gran incertidumbre es la posición de esta capa de ceniza en relación con los fósiles”, dice Vidal.

Más tentador es una capa de ceniza de seis pies de espesor no muy por encima de los sedimentos que encerraron a Omo I. Este depósito es claramente algo más joven que los fósiles que se encuentran debajo de él, pero precisar su edad ha resultado ser un desafío. El material tiene una consistencia similar a la harina, por lo que es demasiado fino para que los científicos lo analicen mediante una técnica llamada datacion radiometrica.

Sin embargo, pudieron determinar la composición de la ceniza. “Cada depósito volcánico tiene su propia huella digital, su propia firma química”, dice Vidal. Si los investigadores pudieran identificar el volcán responsable de la lluvia radiactiva, podrían encontrar rocas más gruesas de la misma erupción en otro lugar que podrían envejecer más fácilmente.

Vidal y sus colaboradores abordaron esta cuestión investigando las principales erupciones volcánicas que tuvieron lugar en Etiopía hace entre 300.000 y 60.000 años. “La importancia más amplia de este proyecto fue averiguar si esas grandes erupciones tuvieron un impacto en la evolución y los patrones de migración de la Homo sapiens entonces”, dice ella.

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Para medir el tamaño de las erupciones, Vidal y su equipo tomaron muestras de cenizas de varios sitios del país, incluida la Formación Kibish. Descubrieron que las huellas químicas de la capa de ceniza sobre Omo I coincidían con las de un estallido explosivo del volcán Shala a unas 217 millas al noreste.

Mediante el análisis de rocas pómez del tamaño de un puño en las proximidades del volcán con datación radiométrica, los investigadores calcularon que la erupción tuvo lugar hace unos 233.000 años. Esto indica que la capa de ceniza sobre Omo I también tiene 233.000 años, por lo que los fósiles ancestrales deben ser aún más antiguos. Dado lo masiva que fue la erupción, dice Vidal, no es sorprendente que la ceniza fresca y fina fuera transportada a cientos de kilómetros de distancia.

Con base en datos genéticos, los científicos han estimado que Homo sapiens divergió de otros primeros homínidos entre 350.000 y hace 200.000 años. Tener una edad mínima de 233.000 años para Omo I “tiene sentido con este modelo”, dice Vidal. Otro conjunto de fósiles de Marruecos se ha fechado en 315.000 años, aunque Vidal dice que no poseen ciertas características encontradas en Omo I y humanos posteriores, incluido el cráneo alto y la barbilla.

El próximo paso, señala, será determinar la edad máxima de los fósiles repitiendo el análisis con muestras de ceniza fina de las capas debajo de ellos. Los investigadores también esperan afinar las estimaciones de la edad de los segundos restos humanos modernos más antiguos de la región. conocidos como los fósiles de Herto, que provienen del norte de Etiopía y se estima que tienen aproximadamente 160.000 años.

“Hay una gran brecha entre la historia eruptiva y la historia arqueológica que estamos llenando muy lentamente”, dice Vidal.

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