El chasis del Bugatti Tourbillon es una obra de arte

Bugatti desarrolló un nuevo chasis para el hipercoche Tourbillon. Debido a los cambios en las regulaciones y a un nuevo sistema de propulsión híbrido, el fabricante de automóviles francés no pudo reutilizar la plataforma que sustentaba tanto al Veyron como al Chiron. Los resultados son extraordinarios, como lo demuestran las fotos y vídeos que acaba de publicar Bugatti.

Decir que los ingenieros tuvieron dificultades para encajar todo sería quedarse corto. El encargo del Tourbillon era un automóvil no mucho más grande que el Chiron, pero con un motor V-16 combinado con un motor eléctrico y una transmisión de doble embrague, un eje delantero con dos motores y baterías para alimentar todo. El motor V-16 es más largo que el antiguo motor W-16 de Bugatti y todo el sistema eléctrico también ocupa mucho espacio.

Bugatti acercó el V-16 al mamparo trasero, con los tanques de combustible a cada lado; las baterías están dispuestas en forma de T detrás de los asientos y en el túnel central; los asientos se acercan y fijan para reducir el área frontal; los pedales y el volante vuelven al conductor; El motor eléctrico delantero se encuentra directamente detrás del (pequeño) maletero. A pesar de todo esto, la distancia entre ejes del Tourbillon es poco más de una pulgada más larga que la del Chiron y la línea del techo es aún más baja.

Una innovación clave para mantener el tamaño bajo control es un difusor de fibra de carbono que también funciona como estructura de choque trasera, eliminando la necesidad de una viga separada. Hay otros detalles sorprendentes. El Tourbillion cuenta con ocho radiadores y utiliza brazos de control “esqueletizados” impresos en 3D de Divergent, la empresa detrás del Czinger 21C.

Hay tantas cosas interesantes aquí, como el resto del tourbillon.