El desmontaje del Ford 2.0 litros muestra cuán autodestructivo puede ser el EcoBoost

El desmontaje del Ford 2.0 litros muestra cuán autodestructivo puede ser el EcoBoost

Ford utiliza su motor EcoBoost de cuatro cilindros y 2.0 litros turboalimentado en una variedad de vehículos. Este motor en particular alguna vez impulsó un Ford Escape 2014 y, por razones obvias, sus días de gloria han terminado. El bloque está roto, hay trozos de pistones y bielas en el cárter de aceite, pero así es: la causa de todo este caos es un misterio.

Tenemos algunos antecedentes sobre el motor. Como explica este último video de I Do Cars, se eliminó del Escape con 164,000 millas. Según se informa, el motor lo conducía “la hija de alguien” que no había revisado el aceite y un día simplemente no arrancaba. La camioneta fue remolcada a un taller de reparación donde se declaró que el motor estaba muerto.

El vídeo plantea algunas preguntas, empezando por los importantes daños en el bloque motor que notamos inmediatamente. Un lado muestra grietas por donde algo intentó atravesar, pero el otro lado tiene un agujero grande. Hay más agujeros en la parte trasera del motor, por lo que claramente algo explotó con una fuerza considerable. Al retirar la cabeza descubrimos que falta un pistón, que luego se encuentra (en pedazos) en el cárter de aceite. Esta es obviamente la razón de la destrucción del motor, pero ¿qué la causó?

La falta de petróleo es siempre el principal sospechoso en estos casos. Muy poco aceite o una velocidad extremadamente alta pueden comprometer la lubricación de la biela y los cojinetes principales, provocando calor, desgaste y eventuales fallas. Esto puede hacer que el pistón golpee la parte superior de la cámara de combustión y arruine el motor. El daño aquí es consistente con la falta de petróleo, excepto por un detalle importante. Los cojinetes de pistón rotos no muestran signos de desgaste ni daños.

Desafortunadamente, el motor permaneció al aire libre durante algún tiempo después de ser retirado, por lo que tiene bastante agua. Esto podría enmascarar otros problemas como el golpe de ariete. La teoría predominante es que algo pasó, pero el conductor no se detuvo y siguió conduciendo, provocando finalmente todos los daños. El hecho de que el motor simplemente no arrancara durante un día fue sólo el resultado de la causa raíz, que sigue siendo un misterio.

La moraleja de la historia es simple: revisa siempre tu aceite. Y si escuchas algo malo debajo del capó, por el amor de Dios, detente.