
El éxito empresarial depende de la actitud correcta: aquí le explicamos cómo garantizarlo

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Dominar su forma de pensar puede transformar no solo su negocio, sino también su vida; lo experimento todos los días como administrador de la marca personal y a través de las experiencias transformadoras de mis clientes. El espíritu empresarial no se trata sólo de iniciar un negocio; Es un viaje de largo plazo lleno de desafíos, resiliencia y, a menudo, fracasos. Pero son estos desafíos los que nos moldean.
Todo viaje empresarial comienza con su forma de pensar. Pregúntese: ¿Cómo afronta los contratiempos? ¿Ves oportunidades donde otros sólo ven obstáculos? Su coraje, resiliencia y perseverancia determinarán su éxito. En mi experiencia como emprendedor de salidas múltiples, he triunfado a pesar de los contratiempos porque siempre he visto la adversidad como una oportunidad para crecer. Y recuerde: desarrollar una mentalidad empresarial significa estar dispuesto a aprender y mejorar continuamente más allá de su educación universitaria.
Así que centrémonos en conocimientos prácticos para desarrollar una mentalidad empresarial que pueda aumentar sus ventas y permitirle tener éxito a largo plazo.
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1. Invierta tiempo en el aprendizaje continuo
El aprendizaje continuo es más que la simple superación personal, es la clave del éxito empresarial. Según el Foro Económico Mundial la vida media de las habilidades La duración ronda los cinco años, por lo que los conocimientos adquiridos deben actualizarse constantemente. ¿Se mantiene actualizado sobre las tendencias de la industria, amplía sus habilidades y mantiene la curiosidad? Piense en este proceso como perfeccionar sus herramientas comerciales; Cada lección aprendida lo prepara para enfrentar desafíos futuros.
Recientemente asesoré al fundador de una startup tecnológica que vio que el panorama digital cambiaba rápidamente, demasiado rápido para que incluso su joven equipo pudiera seguir el ritmo. En lugar de sentirse abrumado, se tomó el tiempo cada semana para leer informes específicos de la industria y comunicarse e interactuar con otros líderes de la industria “específicos”. Durante un período de cinco meses, este enfoque no sólo lo mantuvo un paso por delante de las tendencias, sino que también lo ayudó a transformar con éxito su modelo de negocio y atraer inversores interesados.
2. Sea resiliente y optimista
El camino empresarial no está pavimentado con éxito constante, sino todo lo contrario. Habrá días, semanas o incluso meses difíciles. Pero lo que distingue a los emprendedores exitosos es su respuesta a la adversidad. A estudiar de la Universidad de Cambridge ha descubierto que los emprendedores que mantienen una actitud positiva pero informada durante tiempos difíciles tienen más probabilidades de perseverar y lograr el éxito a largo plazo.
No son los contratiempos los que te definen; Depende de cómo reacciones ante ellos. Cada tropiezo es un trampolín y cada fracaso es una lección. Como experto en marca personal, he visto a clientes superar desafíos simplemente interpretando los reveses como experiencias de aprendizaje. Y no lo olvidemos: la resiliencia genera respeto y el respeto genera confianza.
3. Redefinir el fracaso
Seamos realistas: a nadie le gusta fracasar. ¿Por qué? Porque hemos sido condicionados a creer que es malo, incluso catastrófico. Sin embargo, en el ámbito empresarial, el fracaso es una parte necesaria del crecimiento. Según un informe de CB Insights, alrededor del 42% de las startups fracasan por falta de demanda del mercado – Aun así, a menudo son estos fracasos los que llevan a los empresarios a oportunidades más sostenibles. No se trata de evitar el fracaso; Se trata de utilizarlo como una oportunidad para iterar, aprender y evolucionar. Sin fracaso ninguna empresa habría crecido, y eso incluye a la mía.
Recuerde las palabras de Thomas Edison: “No he fallado. Acabo de encontrar 10.000 formas que no funcionan”. Deja que esa mentalidad impulse tu viaje. El fracaso, visto como un avance, es uno de los mejores maestros.
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4. Aprovecha el poder de tu red
Si bien el emprendimiento a menudo se siente como un viaje individual, su red puede ser su salvavidas. ¿Sabías que según LinkedIn el 80% de los profesionales piensa en ello? Redes ¿Será crucial para el éxito profesional? Rodéese de una comunidad sólida de personas con ideas afines que puedan apoyarlo, compartir ideas e incluso abrir puertas para empresas conjuntas o asociaciones, como lo hicimos con nuestro cliente. Una red sólida es más que simples tarjetas de presentación: es el impulso y el combustible que impulsa su viaje empresarial.
Ventas: el corazón del éxito empresarial
Pasemos a las ventas, un tema que puede preocupar incluso al empresario más experimentado. Para muchos, las ventas provocan sentimientos encontrados: entusiasmo, ansiedad o incluso miedo. Pero lo ames o lo odies, la realidad es clara: las ventas son el alma de tu negocio.
Sin embargo, vender no se trata sólo de ganar dinero. Se trata de “registrarse”, construir conexiones, comprender a su audiencia y ofrecer soluciones que agreguen valor real a sus vidas. Esto es lo que sugiere una investigación de Harvard Business Review vendedores exitosos dedican hasta el 40% de su tiempo a buscar y atraer prospectos en lugar de cerrarlos. Este enfoque en construir relaciones y confianza fomenta la repetición de negocios y genera lealtad a la marca con el tiempo.
Las ventas son una danza complicada entre el arte y la ciencia. El arte radica en la psicología de la persuasión, la narración y la empatía. La ciencia consiste en comprender el comportamiento del cliente a través de datos, rastrear tendencias y perfeccionar su enfoque en función de los resultados. Combinar los dos es la clave para dominar las ventas. Su objetivo debe ser centrarse en soluciones, construir relaciones “reales” y no simplemente vender por vender.
Un concepto que a menudo se pasa por alto en las ventas es el de “participación en el juego”. En pocas palabras, significa tener un interés personal en el resultado. Cuando tienes algo que ganar o perder, ya sea reputación, inversión financiera o tiempo, eso te impulsa a sobresalir. Como dijo una vez Warren Buffett: “Poder jugar es la medida definitiva del logro”.
Esto se aplica aún más a los empresarios. Tu marca, tu reputación, tu empresa dependen de tu capacidad de vender. Esta inversión personal lo obliga a trabajar más duro, escuchar con más atención y brindar un servicio excepcional. Y no lo olvidemos: este tipo de interacción es contagiosa: sus clientes lo sienten y responden con mayor lealtad.
Poder participar también significa hacerse responsable. En mi empresa, nuestra cultura es: “Nuestra promesa es nuestra palabra… garantizada”. Se trata de integridad: ser transparente con los clientes, establecer las expectativas correctas y honrar la confianza depositada en usted. Los clientes que confían en usted no sólo volverán, sino que también lo recomendarán a otros. Y esa confianza basada en recomendaciones es invaluable: convierte a los clientes en defensores leales.
Pero un gran riesgo conlleva una gran recompensa. La presión para tener éxito puede ser grande, pero quienes están dispuestos a asumir riesgos calculados son los que se benefician. Como Richard Branson Digámoslo de esta manera: “Las oportunidades son como los autobuses: siguen llegando otras nuevas. Pero la clave es estar preparado cuando se presenten y mantener tu piel en el juego”.
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Toma los siguientes pasos
El emprendimiento y las ventas están estrechamente vinculados. Ambos requieren una mentalidad resiliente y optimista y la voluntad de utilizar el fracaso como herramienta de aprendizaje. Rodéate de la red adecuada, aprende de los modelos de éxito que te rodean y sé honesto acerca de tus fortalezas y debilidades, tanto como empresa como persona.
Recuerde que las ventas no se tratan de comercializar un producto; Se trata de ofrecer soluciones y construir relaciones duraderas. Mientras más participación tengas en el juego, más invertirás en hacer un esfuerzo adicional, actuar con integridad y lograr un impacto real.
Entonces, mientras continúas tu viaje, recuerda que el éxito se trata más de cómo piensas y de lo que haces. Cultive una mentalidad de crecimiento, aproveche cada oportunidad para aprender y, lo más importante, manténgase enfocado en brindar valor real. La recompensa espera a quienes estén dispuestos a asumir riesgos e invertir en sí mismos, y ésta es la esencia del espíritu empresarial hoy y en el futuro.