El reto de nuestra vida



Los tiempos que vivimos representan un desafío para nuestra existencia común. Estos son tiempos de incertidumbre y complejidad en los que las personas y las empresas deben adaptarse a un orden diferente. Nuestra economía y sociedad deben recuperar una ventaja competitiva y, al mismo tiempo, desempeñar un papel eficaz en la construcción de la confianza. De esta manera, es esencial aprender las lecciones que, más que nunca, surgen de un momento en el que el mundo tendrá que reconstruir su ventaja competitiva y reinventar su lugar efectivo en el futuro. Este es el desafío para todos nosotros.

En estos tiempos de cambio, nuestra sociedad tiene un papel central que desempeñar en la construcción de una nueva actitud relacionada con la creación de valor y el enfoque en la creatividad. Durante un tiempo de cambio, no podemos esperar. Debemos confirmarnos como facilitadores en un mundo muy exigente, introduciendo en la sociedad y en la economía un capital de confianza e innovación que es esencial para garantizar un liderazgo central en el futuro. Tendremos que ser más globales y capaces de impulsar la matriz social de una dinámica única de conocimiento y venderlo como un activo móvil en la economía global.

Nuestros desafíos para el futuro deben estar respaldados por algunas propuestas estratégicas que exijan una nueva agenda operativa de todos los actores políticos, económicos y sociales. Debemos ser positivos y poder compartir con otros nuestras ideas y convicciones. La cohesión social se realiza con la participación constructiva de los ciudadanos. Es cada vez más necesario como una actitud efectiva de movilización para este esfuerzo. La educación debe ser la herramienta adecuada para esta ambición estratégica para nuestro compromiso individual y colectivo en el futuro. La innovación y la creatividad deben ser los facilitadores de la competitividad en el futuro. Las universidades y las empresas deben realizar una nueva asociación estratégica que se centre en los objetivos del valor agregado, la creatividad y el conocimiento. Esta es la base para una agenda económica futura, donde lo digital dibujará una nueva hoja de ruta colaborativa para todos los actores económicos. La nueva economía del futuro, que creemos será diferente pero más exigente, prosperará en el futuro. En estos tiempos difíciles tampoco podemos olvidar nuestra cultura. Nuestra sociedad tiene una identidad única basada en su fuerte cultura. Nuestra cultura es un activo único. Debemos poder involucrar a otros ciudadanos comunes en la construcción de proyectos integrados centrados en el desarrollo de la cultura como motor del desarrollo. La reinvención de nuestra cultura es en sí misma una forma muy innovadora de involucrar a todos los ciudadanos en un contrato de esperanza y confianza en el futuro. La cultura también es un desafío efectivo para nuestra vida y nuestro futuro.

Necesitamos una sociedad de ciudadanos donde las personas sepan quiénes son y tengan un fuerte compromiso con los valores de libertad, justicia social y desarrollo. Esta es la razón para creer que un nuevo estándar de confianza es más que una posibilidad, sino también una necesidad individual y colectiva para todos nosotros. La diferencia estará en el ejercicio de la capacidad de participación del individuo como contribución central a la reinvención de una sociedad colectiva. Este es un proceso que no está determinado por la ley. Es construido efectivamente por todos los actores en una interacción estratégica libre y colaborativa.

LO MÁS LEÍDO

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *