Henry en sus propias palabras: Doble Capricornio, filósofo del desierto y ser humano auténticamente interesante

Henry en sus propias palabras: Doble Capricornio, filósofo del desierto y ser humano auténticamente interesante

Henry sobre las relaciones:
Carta a Toombs, 6 de mayo de 1959

“…Lamento oír hablar del matrimonio fallido de su hijo. Sin embargo, creo que tu actitud ante esta experiencia demuestra sabiduría maternal. Mi hija y su marido tienen mal genio y mal carácter. Ninguno de ellos cree en el divorcio, pero a veces experimentan terribles perturbaciones. Si veo que alguno de los dos está de mal humor y existe la posibilidad de que haya problemas, me disculpo y me voy a otro lado. Mi lema es la paz a toda costa. Intento amar a todos y haré casi cualquier sacrificio para evitar una discusión.

Carta a “Spencer” del 18 de mayo de 1954

“…los ermitaños son pacíficos y viven en completa armonía, pero es una vida antinatural, y he llegado a creer que para estar en lo mejor de ti, debes conocer y hablar con muchas personas…”

Carta a “Zale” del 6 de febrero de 1961

“…. Siempre he creído que los hombres tienen una ventaja porque pueden cumplir con las exigencias. Una mujer casi sólo puede aceptar o huir. Y en lo que respecta a la dama, las cosas suelen ser así. Muchas personas son compañeros perfectos durante el día pero se convierten en monstruos en casa. Por eso dicen que no conoces a alguien hasta que has vivido con él. Acampar o viajar juntos también es una buena manera de conocer ambos lados de una persona…”

“…Uno debe conocerse a fondo antes de pensar en casarse. Es mejor estar soltero que meterse en problemas. Para ser verdaderamente un buen compañero, es necesario haber realizado el principio cristiano de intentar siempre hacer felices a los demás y pensar en el bienestar de sus compañeros antes que en el suyo propio. El problema es que normalmente una persona afecta el buen carácter de la otra”.

Y sobre el tema de la adicción:

Carta a mi madre, 8 de agosto de 1956
“…Me enorgulleció mucho anunciar que Xxxxx dejó de fumar. Nunca se le permitirá empezar de nuevo. Si lo hace, le resultará mucho más difícil detenerse. Fumar es como atar a un gigante malvado con una cuerda. Cada vez que lo atas con una cuerda diferente, tiene menos posibilidades de escapar. Una cuerda no hace mucha diferencia (como otro cigarrillo), pero una vez que ha puesto suficiente cantidad, es incapaz de romperla. Con el cigarrillo pasa lo mismo, uno no parece ser importante, pero cada uno ata más a la persona y cada día le resulta más difícil romper con el hábito. Los cigarrillos no sólo cuestan mucho dinero, sino que, con el tiempo, inevitablemente también afectan la salud”.


~ en la imagen: Henry está construyendo su última casa. Allí tiene unos 70 años.

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