El actual agujero de ozono podría ser uno de los más pequeños en 30 años: Copérnico


El agujero en la capa de ozono podría sostenerse como un ejemplo de esperanza en la lucha contra el cambio climático. Según Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, se espera que el agujero de 2019 sea el más pequeño en 30 años, gracias en parte al Protocolo de Montreal, adoptado en 1987 para proteger la capa de ozono.

En 1985, científicos británicos anunciaron un descubrimiento aterrador: había un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, lo que demostró que las actividades humanas estaban teniendo un impacto terrible en el escudo estratosférico que nos protege de la radiación ultravioleta potencialmente dañina.

En su apogeo, el agujero medía unos 25 millones de kilómetros cuadrados. Este año se espera que su tamaño sea inferior a 10 millones de kilómetros cuadrados, dijo a Euronews Vincent-Henri Peuch, jefe del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copérnico (CAMS). El área seguirá siendo similar a la de los Estados Unidos o China.

2019: un episodio inusual

El agujero de ozono en la Antártida comienza a formarse cada año en agosto, alcanza su punto máximo en octubre y vuelve a cerrarse en diciembre. Sin embargo, los datos de CAMS de este año revelan un episodio único: la formación del agujero se adelantó dos semanas y, además de ser mucho más pequeña que en las últimas décadas, se ha movido fuera del centro del poste.

Esto se debe a que desde principios de septiembre, el vórtice polar, un flujo muy fuerte de aire frío en la estratosfera que proporciona las condiciones para la creación de agujeros de ozono, se ha vuelto inestable porque la estratosfera ha alcanzado temperaturas de hasta 40 grados por encima de lo normal.

"Todo ha sido producto de condiciones dinámicas en la estratosfera, por lo que se espera que en las próximas semanas el agujero en la capa de ozono vuelva a crecer, aunque no a las dimensiones observadas en décadas anteriores", dijo Peuch.

El científico señaló que la relación entre el cambio climático y la recuperación de la capa de ozono es incierta. "El cambio climático puede desempeñar un papel quizás en retrasar la recuperación de la capa de ozono, pero es difícil predecir cuál".

Ciencia y acción global: la fórmula del éxito en la lucha contra el cambio climático

Peuch explicó que los efectos del Protocolo de Montreal, que prohibió una serie de sustancias que agotan el ozono, solo tendrán consecuencias a largo plazo. "Desafortunadamente, estos componentes tardarán mucho tiempo en eliminarse finalmente de la atmósfera y es solo en 2060 que esperamos que el problema de la capa de ozono se resuelva por completo".

Sin embargo, sigue siendo una historia de éxito ambiental. "Este es un muy buen ejemplo de cómo el descubrimiento científico del problema del agujero condujo a decisiones con una dimensión internacional", dijo Peuch. "Incluso si nos lleva 40 años lograr una situación similar a las condiciones preindustriales".

El agujero fue descubierto en un laboratorio científico, y en la década de 1980 hubo campañas en la Antártida para estudiarlo. En unos pocos años, los países pudieron acordar prohibir los componentes más peligrosos para la capa de ozono. Además, en 1995, tres científicos recibieron un Premio Nobel de Física por comprender los mecanismos de formación y desintegración del ozono.

"Esto quizás podría hacerse en parte porque la industria había encontrado productos para reemplazar a los nocivos y porque la cantidad de compañías que los producían era limitada", explicó Peuch, quien cree que es más difícil reducir las emisiones de CO2 porque es omnipresente en muchos ocupaciones. "En varios años no podremos pasar de una economía basada principalmente en combustibles fósiles a una basada completamente en energías renovables", se lamentó.

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