La UE necesita aumentar la presión sobre las regulaciones de vapeo para proteger a los consumidores de daños ǀ Ver


Los casos recientes en los Estados Unidos han generado preocupación sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos. Las autoridades continúan sus esfuerzos para llegar al fondo de esta nueva crisis de salud, con el acetato de vitamina E identificado como un químico preocupante. Frente a esto, muchos consumidores se preguntan cómo pueden estar seguros de los productos que están utilizando.

Si bien los cigarrillos electrónicos están bien establecidos en muchos países, existen grandes diferencias entre la forma en que EE. UU. Regula el vapeo en comparación con otras regiones como la UE. Además, hasta la fecha no hay estándares de productos universales en esta categoría de productos relativamente nueva pero de rápido crecimiento. Lo que destacan los casos recientes en los EE. UU. Es la importancia de tener, y hacer cumplir, regulaciones robustas y efectivas que garanticen altos estándares de producto.

Si bien la única forma de eliminar por completo todos los riesgos para la salud asociados con el tabaco y los productos de nicotina es no usarlos en absoluto, existe una creciente evidencia de que los dispositivos más nuevos como los cigarrillos electrónicos pueden ofrecer una alternativa menos riesgosa para fumar cigarrillos. Esto se debe a que se sabe que la mayoría de los riesgos relacionados con la salud asociados con fumar son causados ​​por toxinas liberadas durante el proceso de quema de tabaco. Los productos más nuevos, como los cigarrillos electrónicos, el tabaco oral y la nicotina, y los productos para calentar el tabaco, no implican quemarlos, mientras que los cigarrillos electrónicos ni siquiera contienen tabaco. A raíz de los problemas en los EE. UU., Public Health England (PHE) sostiene que, aunque no está libre de riesgos, el vapeo es al menos un 95% menos dañino que fumar.

Muchos preguntan por qué la crisis de salud en los Estados Unidos no se ha materializado en este lado del Atlántico. Europa tiene algunos de los mercados más grandes del mundo para vapear, por ejemplo, el Reino Unido, Francia y Alemania, sin embargo, hasta la fecha no se han reportado tales incidentes en estos estados miembros.

Existen algunas diferencias clave en la forma en que la UE trata los productos de vapeo en comparación con los EE. UU., Lo que puede explicar esto. Por ejemplo, las normas de la UE en virtud de su Directiva sobre productos de tabaco (TPD) significa que las autoridades de cada país miembro requieren que los fabricantes prueben e informen sobre todos los ingredientes y emisiones al menos seis meses antes de que un producto salga al mercado. También hay un límite en la concentración de nicotina en los productos de vapeo en la UE, a diferencia de los EE. UU. Además, el TPD requiere que los fabricantes divulguen los ingredientes en los líquidos electrónicos y, finalmente, la UE cuenta con un sistema de notificación de incidentes que lo coloca en una mejor posición para monitorear y controlar cualquier problema que pueda surgir con productos particulares. Este sistema proporciona un conjunto integral de reglas que ayudan a reducir los riesgos para los vapeadores y pueden ayudar a explicar por qué hasta la fecha no ha surgido una serie similar de enfermedades.

La educación del consumidor también es clave. Cualquier fumador adulto que esté considerando cambiar de cigarrillos a cigarrillos electrónicos debe ser educado sobre cómo saber que el producto que está comprando proviene de una fuente acreditada, para asegurarse de que solo están usando productos que han sido probados exhaustivamente y los están usando de la manera El fabricante previsto. Los minoristas juegan un papel importante aquí como embajadores de la categoría de vapeo, sin embargo, las autoridades de salud pública también deben intensificar sus esfuerzos para proporcionar información equilibrada sobre cómo obtener y usar cigarrillos electrónicos de manera segura. Esto podría evitar que los consumidores obtengan sus dispositivos de vapeo o líquidos electrónicos de fuentes de mala reputación o los usen de una manera no prevista por el fabricante.

Para los fabricantes, un enfoque sólido en la administración del producto es realmente importante. Todas las empresas que comercializan cigarrillos electrónicos deben evaluarlos detenidamente, desde lo que implica la fabricación del líquido, la electrónica en el dispositivo y lo que hay en los aerosoles que inhalan los consumidores. Cada componente individual debe ser examinado.

En última instancia, más gobiernos deberían implementar una regulación adecuada que garantice que los fabricantes cumplan con la legislación vigente sobre baterías y electrónica. Además, es imprescindible contar con estándares sólidos para los ingredientes y las emisiones líquidas de los cigarrillos electrónicos. Es necesario que haya un diálogo mucho mayor entre todas las partes involucradas en la industria, incluidos los fabricantes, los reguladores y la comunidad científica con el mismo objetivo central: la seguridad del consumidor.

Los gobiernos deben desempeñar su papel introduciendo una regulación apropiada con respecto a las pruebas e informes de los ingredientes de los cigarrillos electrónicos y asegurando el cumplimiento de estos requisitos. A su vez, los fabricantes deben asegurarse de cumplir con las reglamentaciones y desarrollar y fabricar productos con los más altos estándares de calidad.

La pieza final del rompecabezas son los propios consumidores, que deben ser educados sobre la importancia de comprar productos de vapeo en tiendas y fabricantes de renombre, y que no deben alterar los productos de ninguna manera.

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