¿Menos dinero, menos problemas? | Tiempos financieros

Seguir el dinero es difícil. Numerosos intentos de determinar la relación exacta entre la cantidad de artículos impresos o depositados en las cuentas y la inflación han fracasado.

Tanto es así que estos intentos nos dieron el término Ley de Goodhartque describe la molesta tendencia de cualquier variable a perder la capacidad de decirnos qué queremos de la economía en cuanto intentamos regularla.

La inquietud del dinero ayuda a explicar por qué la mayoría de los economistas han ignorado los agregados durante las últimas décadas. Sin embargo, recientemente ha habido una reactivación debido al aumento en el crecimiento de la oferta monetaria después de que funcionarios de todo el mundo inundaron sus economías con efectivo a raíz de la pandemia.

Este avivamiento lo vale. Si bien el vínculo entre el dinero y los precios es resbaladizo, los fuertes aumentos en los agregados monetarios generales, y los que los acompañan, el crédito generalmente nos dicen algo sobre la estabilidad financiera y de precios.

A la luz de esta advertencia, le presentamos los siguientes gráficos, que recibimos en nuestra bandeja de entrada esta mañana por cortesía de Oxford Economics:

Una desaceleración bastante dramática en el crecimiento, estoy seguro de que estará de acuerdo.

Entonces, ¿qué importancia tiene esto para quienes juzgan las perspectivas de inflación?

Una desaceleración dependerá de que los bancos centrales abandonen sus programas de QE según lo planeado. La impresión de dinero ha sido el principal contribuyente al crecimiento monetario generalizado en las economías avanzadas. Si bien la retirada de este estímulo parece una suposición razonablemente segura en este momento, los mercados han sobrestimado el apetito de los bancos centrales por ajustar, y tenemos nuestras dudas de que las estrategias de salida de los responsables de la formulación de políticas continúen funcionando tan bien como antes. Sin embargo, si este endurecimiento se desarrolla según lo planeado, también esperaríamos que se endurecieran las normas crediticias del sector privado. Eso también continuaría pesando sobre el crecimiento monetario general y la inflación.

Para que el crecimiento de la oferta monetaria dé lugar a presiones de precios más amplias, mucho depende de si vemos un aumento en la velocidad de circulación. Como señala Oxford Economics en la nota, el dinero podría cambiar de manos con más frecuencia una vez que la Gran Reapertura esté en pleno apogeo (esperamos). Aún así, hemos estado esperando desde 2008 a que los aumentos de la oferta monetaria ajustada (a través de los programas de QE de los bancos centrales y otras flexibilizaciones monetarias agresivas) se viertan en el poder de Velocity del capital al trabajo, realmente están ahí.

No es tan fácil como menos dinero, menos problemas. Si bien vale la pena observar los agregados, nos parece que prestar más atención a la dinámica del mercado laboral y de la cadena de suministro que hacer un uso más fructífero del tiempo de los observadores de la inflación.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *