Ankara respalda al gobierno apoyado por la ONU en Trípoli.
El parlamento de Turquía autorizó al gobierno a desplegar tropas en Libia en apoyo del gobierno internacionalmente reconocido en Trípoli.
En una sesión de emergencia el jueves, los legisladores turcos aprobaron la moción por 325 a 184 a pesar de las preocupaciones de que tal despliegue podría desestabilizar aún más a Libia, que ha sido devastada por la violencia desde el derrocamiento de 2011 del dictador Muammar Gaddafi.
El gobierno del primer ministro Fayez al-Sarraj, apoyado por las Naciones Unidas, está luchando contra las fuerzas rivales aliadas con Khalifa Haftar, que goza del apoyo de Egipto, Rusia, los Emiratos Árabes Unidos y Francia. Pelear alrededor de la capital tiene escalado en semanas recientes.
Ankara ha sido un defensor vocal del gobierno de al-Sarraj, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan dijo
La moción del jueves no incluye detalles sobre un posible despliegue, lo que permite al gobierno determinar el alcance, la duración y el momento de cualquier operación en Libia. El mandato es válido por un año.
La moción fue aprobada con el apoyo del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan y el Partido del Movimiento Nacionalista de extrema derecha (MHP), que en conjunto tienen una mayoría en el parlamento turco.
Los principales partidos de oposición de Turquía, incluido el principal partido opositor, el Partido Popular Republicano (CHP), el Partido Democrático de los Pueblos Kurdos (HDP) y el Partido de la Derecha, votaron en contra.
Argumentan que cualquier despliegue llevaría a Turquía a otro conflicto violento, con las tropas turcas ya involucradas en la guerra siria, y abogan por una solución diplomática. El gobierno, por otro lado, dice que un despliegue ayudaría a asegurar los intereses de Turquía en la región.
El mes pasado, Turquía y el gobierno respaldado por la ONU de Libia firmaron acuerdos sobre cooperación militar y fronteras marítimas. El último acuerdo, en virtud del cual Turquía reclama gran parte del Mediterráneo oriental como su propio territorio, provocó indignación en Grecia y Chipre y provocó la condena de toda la UE.