
La carrera para reemplazar el poderoso gas de efecto invernadero que sustenta la red eléctrica

A pesar de sus contribuciones relativamente pequeñas hasta el momento, las emisiones de gas están aumentando y la La tasa de crecimiento ha ido aumentando cada año. Las emisiones de SF6 en China casi se duplicó entre 2011 y 2021lo que representa más de la mitad de las emisiones mundiales de ese gas.
Ahora, las empresas buscan deshacerse de los equipos que dependen del gas y buscan reemplazos que puedan igualar su rendimiento. La semana pasada, Hitachi Energy anunciado
Mientras los fabricantes de equipos trabajan para producir alternativas, algunos investigadores dicen que deberíamos ir aún más lejos y están tratando de encontrar soluciones que eviten por completo los materiales que contienen flúor.
Alto voltaje, mucho en juego
Probablemente tengas una caja de disyuntores en tu casa: si un circuito se sobrecarga, el disyuntor salta y detiene el flujo de electricidad. La red eléctrica tiene algo similar, llamado cuadro de distribución.
La diferencia es que, a menudo, necesita manejar algo así como un millón de veces más energía que los equipos de su hogar, dice Markus Heimbach, vicepresidente ejecutivo y director general de la unidad de negocios de productos de alto voltaje en Hitachi Energy. Esto se debe a que partes de la red eléctrica funcionan a altos voltajes, lo que les permite mover energía con la menor pérdida posible. Esos altos voltajes requieren un aislamiento cuidadoso en todo momento y medidas de seguridad en caso de que algo salga mal.
Algunos equipos de conmutación utilizan los mismos materiales que las cajas de interruptores de los hogares: están rodeados de aire para aislarlos, pero cuando se amplían para soportar alto voltaje, terminan siendo gigantescos y requieren una gran superficie de terreno, lo que los hace inconvenientes para ciudades más grandes y densamente pobladas.
La solución actual es el SF6, “un supergas desde el punto de vista tecnológico”, afirma Heimbach. Es capaz de aislar los equipos durante el funcionamiento normal y ayudar a interrumpir la corriente cuando es necesario. Y todo ello ocupa mucho menos espacio que los equipos aislados con aire.
El problema es que durante el funcionamiento normal del equipo se producen pequeñas fugas de SF6, y pueden liberarse más durante una avería o cuando el equipo viejo no se manipula adecuadamente. Cuando el gas se escapa, su gran capacidad para atrapar el calor y el hecho de que tenga una vida útil tan larga lo convierten en una amenaza para la atmósfera.