La fusión del Ártico brinda a los científicos un valioso acceso a virus muertos hace mucho tiempo

La fusión del Ártico brinda a los científicos un valioso acceso a virus muertos hace mucho tiempo

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Después de la descongelación del permafrost en el Parque Nacional Puertas del Ártico, el paisaje cambió, permitiendo que el río Okokmilaga fluya hacia el mar.

Después de la descongelación del permafrost en el Parque Nacional Puertas del Ártico, el paisaje cambió, permitiendo que el río Okokmilaga fluya hacia el mar. (Respuesta al cambio climático del Servicio de Parques Nacionales /)

Esta historia fue publicada en colaboración con Nexus Media, un canal de noticias sindicado que cubre el clima, la energía, las políticas, el arte y la cultura.

Durante décadas, la mujer inuit, víctima de la gripe española de 1918, yacía enterrada en una fosa común bajo seis pies de permafrost de Alaska. Pero cuando el suelo helado comenzó a descongelarse en la década de 1990, la ciudad inuit de Brevig Mission dio a los científicos permiso para desenterrarla. Su amplia grasa corporal mantenía sus pulmones aislados contra temperaturas más cálidas, ayudando a preservar los fragmentos del virus que había dentro.

Gracias a este descubrimiento, los investigadores pudieron descifrar el modelo genético del virus, lo que recientemente les permitió comprender por qué la gripe de 1918 había sido tan letal. Dicen que sus ideas ayudarán a los expertos en salud pública a prepararse mejor para la próxima pandemia.

Esto es potencialmente una pequeña ventaja de un desastre de lento movimiento en el Ártico. El aumento de las temperaturas derrite el permafrost, liberando enormes sumas de metano