La lucha de la UE contra la pesca ilegal debe pasar del papel a la web

Europa debería establecer una base de datos electrónica de certificados de captura en toda la UE para rastrear mejor la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada de terceros países, dijeron los auditores en un reporte el lunes (26 de septiembre).

El actual sistema basado en papel es problemático porque “la falta de digitalización no solo lo hace ineficiente, sino que también crea un mayor riesgo de fraude”, dijo Eva Lindström, quien dirige la auditoría.

A raíz de las demandas de algunos estados miembros, grupos industriales y la sociedad civil, la Comisión Europea presentó un sistema de TI común llamado ‘CATCH’ en 2019 para automatizar los controles y la verificación cruzada, en tiempo real, de forma voluntaria.

Pero ningún estado miembro lo está usando realmente.

La Comisión ha propuesto hacer CATCH obligatorio, bajo la revisión del sistema de control de pesquerías. Pero su implementación pendiente no será inmediata, por lo que los estados miembros no estarán obligados a contar con este sistema durante varios años.

En comparación, algunos países no pertenecientes a la UE, como Noruega, EE. UU. y el Reino Unido, validan y procesan los certificados de captura electrónicamente.

La UE se comprometió a poner fin a la pesca ilegal para 2020, pero no cumplió con este objetivo, y aún existe el riesgo de que el pescado capturado de manera ilegal se venda en el mercado único, dijeron los auditores.

Los países de la UE están a cargo de realizar controles en las flotas nacionales y controlar las actividades pesqueras en sus aguas nacionales, pero la sobrepesca y la declaración errónea de las capturas siguen siendo un problema importante en la UE.

“Estos controles son útiles, pero […] el incumplimiento sigue siendo un problema”, dijo Lindström.

Según el informe, la declaración errónea de capturas es la infracción más denunciada por la flota de la UE, seguida de la pesca en áreas cerradas o sin asignación de cuotas, y el uso de artes ilegales.

Los buques pesqueros deben declarar todas las capturas de determinadas especies para las que el buque tiene cuotas. Pero en muchas ocasiones, los pescadores arrojan al mar capturas no deseadas debido a su bajo valor comercial o pueden estar sujetos a una cuota.

La mayoría de los peces descartados no sobreviven, y tales acciones no pueden detectarse fácilmente, lo que hace que la aplicación sea un desafío para las autoridades nacionales.

Entre 2015 y 2021, la comisión inició 11 procedimientos de infracción contra ocho estados miembros por no aplicar medidas efectivas para combatir la pesca ilegal.

Las infracciones graves detectadas por los países de la UE dieron lugar a una investigación o enjuiciamiento en la mayoría de los casos, pero los auditores de la UE han instado a la comisión a armonizar el sistema de sanciones.

Multas muy variables

Dijeron que la multa promedio impuesta por una infracción similar variaba entre los estados miembros, desde alrededor de 200 euros en Chipre, Lituania y Estonia hasta más de 7.000 euros en España.

Como el mayor importador mundial de productos pesqueros, la lucha de la UE contra la pesca ilegal también depende de terceros países.

Cuando no se puede garantizar la legalidad de los productos provenientes de terceros países, la UE puede emitir una tarjeta amarilla para advertir a un país o una tarjeta roja para prohibir las importaciones desde ese país.

Hasta el momento, el bloque ha emitido tarjetas amarillas a 21 países, incluidos Tailandia en 2015 y Vietnam en 2017, y una tarjeta roja a seis países como Camboya o Comoras.

Si bien el sistema ha desencadenado reformas importantes en algunos países, los volúmenes comerciales entre la UE y la mitad de los países incluidos en la tarjeta son mínimos, señalaron los auditores.

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