Los reguladores estadounidenses han tomado medidas para obligar a retirar del mercado hasta 51 millones de infladores de bolsas de aire que, según afirman, podrían explotar en un accidente. Esto exacerba aún más un problema de seguridad que ha afectado a la industria automotriz durante años.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras emitió el miércoles una “decisión provisional complementaria” considerando que las piezas estaban defectuosas después de un largo período de comentarios y oposición de la industria. La agencia nombró a ARC Automotive Inc., con sede en Knoxville, Tennessee, y a la antigua Delphi Automotive Systems LLC como fabricantes de las bolsas de aire defectuosas.
Los representantes de ARC no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. La empresa privada se ha negado a realizar un retiro a gran escala incluso después de que los reguladores recomendaron que lo hiciera en mayo de 2023.
La NHTSA dijo que daría a las partes interesadas 30 días adicionales para comentar sobre su última acción. Las bolsas de aire afectadas fueron utilizadas por al menos una docena de fabricantes de automóviles, incluidos General Motors Co., Stellantis NV, Volkswagen AG y Hyundai Motor Co. GM retiró en mayo casi 1 millón de vehículos de 2014 a 2017 equipados con infladores ARC.
La NHTSA dijo que encontró al menos nueve casos de infladores de bolsas de aire que se rompieron entre 2009 y marzo del año pasado, lo que resultó en lesiones, incluidas dos muertes.
Delphi Automotive, que ya no existe como una compañía separada, vendió su negocio de bolsas de aire en 2009 a una subsidiaria de Autoliv Inc. de Suecia. La NHTSA dijo que “no verificó la entidad legal legalmente responsable de los infladores Delphi”.
La situación recuerda al retiro a gran escala de la ahora desaparecida Takata Corp. de más de 100 millones de infladores de bolsas de aire defectuosos, que fue el retiro de automóviles más grande en la historia de Estados Unidos. Si bien el problema del ARC puede parecer no relacionado, la perspectiva de tener que retirar del mercado decenas de millones de vehículos para reparaciones sería una carga significativa para la industria y los propietarios de automóviles.