Las bases de datos de ADN pueden disuadir a los delincuentes, pero ¿a qué costo?

Las bases de datos de ADN pueden disuadir a los delincuentes, pero ¿a qué costo?

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En 2013, el presidente Barack Obama promulgó un proyecto de ley para proporcionar fondos federales para que los estados implementen programas de recolección de ADN para personas arrestadas por delitos graves.

En 2013, el presidente Barack Obama promulgó un proyecto de ley para proporcionar fondos federales para que los estados implementen programas de recolección de ADN para personas arrestadas por delitos graves. (Saadettin Karatepe / EyeEm a través de Getty /)

El 31 de octubre de 2016, un hombre de Indiana de 21 años llamado Damoine Wilcoxson fue arrestado después de un enfrentamiento de tres horas con la policía y acusado de dos delitos: el asesinato de John Clements, un hombre de 82 años asesinado a tiros mientras recibiendo el correo fuera de su casa en Zionsville, un suburbio a 15 millas al noroeste de Indianápolis, y dos tiroteos en las estaciones de policía locales.

Los crímenes violentos, que tuvieron lugar desde finales de septiembre hasta mediados de octubre de 2016, inicialmente no se creían relacionados. Pero los investigadores determinaron que múltiples casquillos de las balas disparadas en las tres escenas del crimen coincidían.

Sin una conexión obvia entre el asesinato de Clements y los disparos de la policía, los detectives enviaron los casquillos, junto con otras pruebas de la escena del crimen, al laboratorio forense, donde pudieron identificar un perfil genético claro dejado en algunos artículos. Estas muestras genéticas fueron escaneadas contra el Sistema de índice de ADN combinado (CODIS), una base de datos forense de ADN nacional utilizada por las fuerzas del orden público en todo el país, lo que condujo a una coincidencia directa con Wilcoxson, cuyo material genético ya estaba almacenado en el índice policial. Sobre la base de esta evidencia, Wilcoxson fue acusado, juzgado y encontrado culpable de ambos crímenes, recibiendo finalmente dos penas de prisión consecutivas por un total de 102 años

Casos como el de Wilcoxson se conocen en la policía como "golpes fríos", donde los detectives sacan a los perpetradores de un índice genético para resolver un crimen con pocas pistas y sin sospechosos. Desde que esta capacidad se introdujo por primera vez a fines de la década de 1990, la prevalencia de casos de golpes fríos ha aumentado constantemente. Hoy, con bases de datos mucho más grandes y un procesamiento de ADN más eficiente, esta herramienta es vista por algunas personas como una especie de bala de plata para atrapar delincuentes, no solo dentro del sistema de justicia penal sino también por cualquiera que haya visto programas de crimen por cable.