Las madres de los desaparecidos de México usan las redes sociales para buscar fosas comunes

Las madres de los desaparecidos de México usan las redes sociales para buscar fosas comunes

México ha luchado durante mucho tiempo con una historia de secuestro. Al 5 de octubre había 105.984 personas catalogado oficialmente como desaparecido en Mexico. Más de un tercio han desaparecido en los últimos años, durante el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido comúnmente como AMLO. Se cree que muchos de los desaparecidos fueron secuestrados o reclutados a la fuerza por organizaciones criminales. La mayoría probablemente estén muertos, sus restos enterrados en fosas clandestinas en áreas rurales, vecindarios y tierras de cultivo o dispersos en el vasto terreno desocupado cerca de la frontera entre Estados Unidos y México. Algunos pueden estar entre los más de 52.000 cuerpos no identificados que yacen en morgues, fosas comunes y universidades. Alrededor de una cuarta parte son mujeres y niñas, muy probablemente víctimas de explotación sexual, trata de personas o feminicidio.

A diferencia de las administraciones anteriores, el gobierno de AMLO ha reconocido públicamente la magnitud de la crisis y ha fortalecido los esfuerzos de búsqueda e identificación. En marzo de 2019 inauguró el Sistema Nacional de Búsqueda, un mecanismo que busca coordinar esfuerzos entre las agencias gubernamentales en la búsqueda de desaparecidos. Cuando se puso en marcha el sistema, Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Reconocido el trabajo que las familias han estado haciendo sobre el terreno, “prácticamente solas durante años”. Ella prometió: “Nunca más sola”.

Pero las autoridades aún dudan en involucrarse en la búsqueda de los desaparecidos. Y así la tarea sigue recayendo en las familias. Gran parte del trabajo que hacen ahora se realiza a través de las redes sociales, donde las personas distribuyen ampliamente fotografías de familiares desaparecidos, coordinan los esfuerzos de búsqueda y crean conciencia sobre el problema. A través de WhatsApp, Twitter y Facebook, Madres Buscadoras ha creado una plataforma para involucrar a los ciudadanos y trabajar para acelerar la búsqueda de los desaparecidos. Todos los días, el grupo recibe información sobre personas desaparecidas y la ubicación de posibles fosas, tantas que no tienen los recursos para investigarlas todas.

El trabajo no está exento de desafíos. Cuando Madres Buscadoras comenzó a buscar cuerpos en Chulavista, las autoridades locales las observaron de cerca y las fotografiaron. Luego de que el colectivo se reuniera con el gobernador de Jalisco, la policía local se unió a la búsqueda al día siguiente. Finalmente, Madres Buscadoras descubrió 221 bolsas de basura gigantes con partes de cuerpos. En abril, la oficina del fiscal dijo que el recuento oficial ascendía a 44 cuerpos, con bolsas aún por procesar.

Las familias que realizan sus propias investigaciones pueden enfrentarse a la oposición y las amenazas tanto del crimen organizado como de los funcionarios del gobierno, quienes pueden estar en connivencia con los grupos del crimen organizado y puede que no les guste la óptica de una búsqueda de personas desaparecidas en su región. Según la histórica Ley General de Desaparición Forzada del país, que fue aprobada en 2017 tras la presión de las familias, las autoridades deben tomar medidas inmediatas para buscar a una persona desaparecida e investigar el crimen, pero esta aún no es la realidad para miles de familias. “Aunque las cosas han cambiado un poco, siempre ha sido la misma situación por parte de las autoridades. Se sacuden diciendo ‘No depende de nosotros, depende de otros’”, dice Martín Villalobos, miembro del Consejo Nacional Ciudadano, órgano consultivo del Sistema Nacional de Búsqueda.

Pero otras partes de la sociedad mexicana ahora están respondiendo a la difícil situación de las familias. “Las redes sociales funcionan muy bien aquí. La gente nos ha estado apoyando mucho a pesar de que no tienen familiares desaparecidos”, dice Araceli Hernández, quien solía ser miembro del grupo principal Madres Buscadoras pero recientemente formó un nuevo colectivo. “El simple hecho de escuchar el dolor de una madre, una tía, hace que nos apoyen con herramientas, víveres, agua, Gatorades y toneladas de información. Eso hace que nos agarremos más fuerte”.

Reuniéndose juntos

El 30 de octubre de 2015, el hijo de Ceci Flores, Alejandro Guadalupe, que entonces tenía 21 años, desapareció sin dejar rastro en la ciudad de Los Mochis, en el norte de Sinaloa. Menos de cuatro años después, el 4 de mayo de 2019, sicarios secuestraron a sus otros dos hijos, Marco Antonio y Jesús Adrián, en su estado natal de Sonora.

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