
Los científicos reviven cerebros de cerdo una hora después de la muerte con un método experimental

Científicos en China han logrado una hazaña notable, digna de Victor Frankenstein: revivir cerebros de cerdos hasta 50 minutos después de una pérdida total de circulación sanguínea. Este macabro logro algún día podría conducir a avances para mantener los cerebros de las personas intactos y sanos durante más tiempo mientras se los resucita.
Hoy en día, a menudo podemos revivir a personas cuyo corazón se ha detenido (el término formal para esto es paro cardíaco), pero después de sólo unos minutos sin flujo sanguíneo, órganos vitales como el cerebro quedan dañados sin posibilidad de reparación. Eso significa que los médicos solo tienen un corto período de tiempo para traer a alguien de regreso sin que experimente, como mínimo, complicaciones neurológicas importantes. En esta nueva investigación, publicada el mes pasado en la revista Medicina Molecular EMBO,
Estudios anteriores han sugerido que la función hepática desempeña un papel clave en el funcionamiento del resto del cuerpo durante un paro cardíaco. Las personas con una enfermedad hepática preexistente, por ejemplo, parecen tener un mayor riesgo de morir a causa de un paro cardíaco. Entonces, los investigadores, principalmente de la Universidad Sun Yat-Sen, decidieron probar si mantener funcionalmente vivos los hígados de minicerdos tibetanos podría tener un efecto positivo en la supervivencia de sus cerebros después de la reanimación.
A todos los cerdos se les detuvo el flujo de sangre al cerebro, pero algunos fueron conectados a un sistema de soporte vital que mantuvo la circulación de su hígado. Luego, los científicos intentaron revivir los cerebros de los cerdos después de un cierto período de tiempo utilizando el mismo sistema de soporte vital. Luego, los cerdos fueron sacrificados y comparados con un grupo de control de cerdos a los que se les dejó sin flujo sanguíneo.
Cuando a los cerdos se les cortó el flujo sanguíneo a ambos órganos, sus cerebros sufrieron daños sustancialmente mayores después de la reanimación, encontraron los investigadores. Pero los cerebros de los cerdos a los que se les dio soporte para el hígado tendieron a tener mejores resultados, con menos signos de lesión y una restauración de la actividad eléctrica que duró hasta seis horas. Los investigadores también pudieron restaurar la actividad cerebral en estos cerdos hasta 50 minutos después de que se detuviera el flujo sanguíneo al cerebro.
“Nuestro estudio destaca el papel crucial del hígado en la patogénesis de la post-[cardiac arrest] lesión cerebral”, escribieron los investigadores.
Por supuesto, esto no significa que los científicos ahora puedan resucitar a cualquier persona perfectamente intacta con solo un pequeño estímulo en su hígado. Hay muchos cambios corporales dañinos que ocurren poco después de un paro cardíaco, no solo aquellos en el cerebro y el hígado. Y ciertamente será necesario realizar más investigaciones para confirmar las conclusiones del equipo de que el hígado es fundamental para restaurar la función cerebral. Pero si este trabajo continúa dando frutos, algún día podría conducir a intervenciones prácticas que mejoren las probabilidades de una reanimación exitosa en las personas.
“Los conocimientos adquiridos en los estudios actuales y futuros tienen el potencial de mejorar la supervivencia y los resultados de los pacientes que experimentan [cardiac arrest]”, escribieron los investigadores.