
Los globos navegarán por las corrientes de viento para rastrear los incendios forestales

Los globos pueden permanecer en el aire sobre un incendio durante unas 18 horas, aprovechando los caprichos de la atmósfera para mantenerse en el mismo lugar. Vuelan cerca de la parte superior de la troposfera y de la parte inferior de la siguiente capa atmosférica: la estratosfera. “En esas zonas, los vientos suelen ir en direcciones diferentes”, explica Leidich. Para moverse de un lado a otro, el globo simplemente tiene que subir o bajar.
El cliente anónimo de Urban Sky para su despliegue en agosto toma datos sobre patrones de viento y combustibles (también conocidos como árboles, arbustos y pasto) para intentar comprender los lugares donde es más probable que se inicien y se propaguen los incendios. Está interesado en integrar los datos sobre el terreno (léase: en el aire) de Urban Sky sobre dónde se producen los incendios. “Quieren agregar un paso adicional al proceso en el que realmente escanean las áreas que son de alto riesgo”, dice Leidich.
Durante la campaña, si los funcionarios identifican o sospechan que hay un incendio, Urban Sky puede enviar el camión. “Colocamos un globo sobre la zona para escanearla y decir: ‘Sí, hay un incendio. Aquí está’”, dice Leidich.

CORTESÍA DE URBAN SKY
Si obtienen respuestas afirmativas donde deberían y negativas donde no hay nada que ver, la prueba de concepto podría llevar a una adopción más amplia del sistema HotSpot, quizás ofreciendo una forma simple y oportuna para que otras regiones puedan controlar sus propios problemas.
Este año, Urban Sky también cuenta con una subvención a través del programa FireSense de la NASA, cuyo objetivo es encontrar formas innovadoras de conocer las tres fases de un incendio (antes, durante y después). En este momento, la campaña de agosto y el programa de la NASA son los principales clientes de Hot Spot, aunque la empresa también vende imágenes aéreas actualizadas periódicamente de 12 ciudades del oeste de Estados Unidos.
“Es una tecnología interesante poder realizar esta detección y seguimiento activo de incendios desde una plataforma de gran altitud”, dice Falkowski sobre los globos de Urban Sky.
Con el apoyo de la NASA, el equipo espera rediseñar el sistema para vuelos más largos, incorporar un sistema de comunicación más robusto e incorporar un sensor que capte la luz azul, verde y cercana al infrarrojo, lo que permitiría comprender mejor esos “combustibles” de origen vegetal y asignar puntuaciones de riesgo a los bosques en consecuencia. El año que viene, el equipo tiene previsto volver a sobrevolar incendios reales, esta vez para la NASA.
Y siempre habrá incendios sobre los que planear. Como siempre los ha habido, señala Falkowski. “El fuego no es algo malo”, dice. “Estos ecosistemas evolucionaron con el fuego. El problema es que los humanos se están acercando demasiado a lugares que simplemente necesitan arder”.
Sarah Scoles es una periodista científica radicada en Colorado y autora, más recientemente, del libro Cuenta atrás: El cegador futuro de las armas nucleares.