
Los restos de la colisión de asteroides de la NASA podrían dirigirse hacia la Tierra: Heaven32

El 26 de septiembre de 2022, la NASA Prueba de redireccionamiento de asteroides dobles (DART) chocó con Dimorphos, la pequeña luna que orbita el asteroide más grande Didymos.
De esta forma, la misión demostró con éxito una estrategia propuesta para desviar asteroides potencialmente peligrosos (PHA): el método de impacto cinético.
Para octubre de 2026, la ESA Misión de Hera se reunirá con el sistema de doble asteroide y realizará un estudio detallado de Dimorphos después del impacto para garantizar que este método de defensa planetaria pueda repetirse en el futuro.
Sin embargo, aunque el método cinético podría desviar con éxito los asteroides para que no amenacen a la Tierra, también podría crear escombros que podrían llegar a la Tierra y otros cuerpos celestes.
En un estudio recienteUn equipo internacional de científicos exploró cómo esta prueba de impacto también presenta una oportunidad para observar cómo estos escombros podrían algún día llegar a la Tierra y Marte en forma de meteoritos.
Tras realizar una serie de simulaciones dinámicas, concluyeron que la eyección del asteroide podría llegar a Marte y al sistema Tierra-Luna dentro de una década.

El equipo de investigación estuvo dirigido por el Dr. Eloy Peña-Asensio, investigador asociado del Investigación y tecnología en astrodinámica del espacio profundo (DART) grupo en el Instituto Politécnico de Milán.
A él se unieron colegas de la Universidad Autónoma de Barcelona, la Instituto de Ciencias Espaciales (ICE-CSIS), parte de la Consejo Superior de Investigaciones Científicasel Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y la Agencia Espacial Europea (ESA).
El artículo que detalla sus hallazgos recientemente apareció en línea y ha sido aceptado para su publicación por Revista de ciencia planetaria.
Para su estudio, Peña-Asensio y sus colegas se basaron en datos obtenidos por el CubeSat italiano ligero para imágenes de asteroides (LICIACube), que acompañó la misión DART y fue testigo de la prueba de impacto cinético.
Estos datos permitieron al equipo delimitar las condiciones iniciales de la eyección, incluidas sus trayectorias y velocidades, que van desde unas pocas decenas de metros por segundo hasta unos 500 m/s (1800 km/h; ~1120 mph). El equipo utilizó entonces las supercomputadoras de la NASA Instalación de información auxiliar y de navegación (NAIF) para simular qué pasará con el material eyectado.
Estas simulaciones rastrearon los 3 millones de partículas creadas por el impacto de la misión DART con Dimorphos. Como Peña-Asensio le dijo a Universe Today por correo electrónico:
“LICIACube proporcionó datos cruciales sobre la forma y la dirección del cono de eyección inmediatamente después de la colisión.
En nuestra simulación, las partículas tenían un tamaño que iba desde los 10 centímetros hasta los 30 micrómetros; el rango inferior representaba los tamaños más pequeños capaces de producir meteoros observables en la Tierra con la tecnología actual. El rango superior estaba limitado por el hecho de que solo se observaron fragmentos expulsados de un centímetro de tamaño.
Sus resultados indicaron que algunas de estas partículas llegarían a la Tierra y Marte dentro de una década o más, dependiendo de qué tan rápido viajaran después del impacto.
Por ejemplo, las partículas expulsadas a velocidades inferiores a 500 m/s podrían llegar a Marte en unos 13 años, mientras que las expulsadas a velocidades superiores a 1,5 km/s (5.400 km/h; 3.355 mph) podrían llegar a la Tierra en tan solo siete años. Sin embargo, sus simulaciones indicaron que probablemente pasarán hasta 30 años antes de que se observe algo de este material expulsado en la Tierra.
“Sin embargo, se espera que estas partículas más rápidas sean demasiado pequeñas para producir meteoros visibles, según las primeras observaciones”, dijo Peña-Asensio.
“Sin embargo, las campañas de observación de meteoros que se están llevando a cabo serán fundamentales para determinar si DART ha creado una nueva lluvia de meteoros (creada por el hombre): los dimórfidos. Las campañas de observación de meteoros que se realicen en las próximas décadas tendrán la última palabra.
“Si estos fragmentos de Dimorphos expulsados llegan a la Tierra, no supondrán ningún riesgo. Su pequeño tamaño y su alta velocidad harán que se desintegren en la atmósfera, creando una hermosa estela luminosa en el cielo”.
Peña-Asensio y sus colegas también señalan que las futuras misiones de observación de Marte tendrán la oportunidad de presenciar meteoritos marcianos a medida que los fragmentos de Didymos se queman en su atmósfera.
Mientras tanto, su estudio ha proporcionado las características potenciales que tendrán estos y cualquier otro meteoro futuro que se queme en nuestra atmósfera. Esto incluye la dirección, la velocidad y la época del año en que llegarán, lo que permitirá identificar claramente a los “dimórfidos”. Esto es parte de lo que hace que la misión DART y sus misiones complementarias sean únicas.
Además de validar una estrategia clave para la defensa planetaria, DART también ha proporcionado una oportunidad para modelar cómo los materiales eyectados por impactos podrían algún día llegar a la Tierra y a otros cuerpos del Sistema Solar. Como Michael Küppers, el científico del proyecto de la misión Hera de la ESA y coautor del artículo, le dijo a Universe Today por correo electrónico:
“Un aspecto único de la misión DART es que se trata de un experimento de impacto controlado, es decir, un impacto en el que las propiedades del impactador (tamaño, forma, masa, velocidad) se conocen con precisión.
Gracias a la misión Hera, también conoceremos bien las propiedades del objetivo, incluidas las del lugar de impacto de DART. Los datos sobre el material eyectado proceden de LICIACube y de observaciones terrestres posteriores al impacto.
Probablemente no haya ningún otro impacto a escala planetaria con tanta información sobre el impactador, el objetivo y la formación y desarrollo inicial del material eyectado. Esto nos permite probar y mejorar nuestros modelos y leyes de escala del proceso de impacto y la evolución del material eyectado. Esos datos proporcionan los datos de entrada (ubicación de la fuente, tamaño y distribución de la velocidad) utilizados por los modelos de evolución del material eyectado”.
Este artículo fue publicado originalmente por El universo hoy. Lea el Artículo original.