
Miles de satélites cambian de posición cuando el Sol desata violentos estallidos

El Sol se encuentra en su máximo solar, un período marcado por intensas erupciones solares y explosiones de partículas cargadas dirigidas hacia la Tierra. Estos estallidos están teniendo una influencia significativa en nuestros satélites en órbita terrestre baja, provocando que cambien de posición de manera preocupante.
Este año, la Tierra experimentó dos tormentas geomagnéticas causadas por una serie de erupciones solares. Las tormentas solares afectaron las órbitas de miles de satélites, lo que provocó una migración masiva sin precedentes, según informó William Parker, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts, durante una presentación en la reunión anual de la Unión Geofísica Americana, informó SpaceNews.
Las tormentas geomagnéticas son perturbaciones en la magnetosfera de la Tierra (una gran burbuja de campo magnético alrededor de nuestro planeta) causadas por el viento solar. En mayo pasado, una tormenta geomagnética G5, o extrema, golpeó la Tierra como resultado de grandes expulsiones de plasma de la corona del Sol (también conocidas como eyecciones de masa coronal). La tormenta G5, la primera que azotó la Tierra en más de 20 años, causó algunos efectos nocivos en la red eléctrica de la Tierra y algunas auroras espectaculares vistas en gran parte del mundo.
La tormenta aumentó la densidad atmosférica en la órbita terrestre baja hasta en un orden de magnitud, lo que a su vez provocó una resistencia atmosférica que afectó a los satélites, según Parker. La migración resultante de satélites fue más notable en la constelación Starlink de SpaceX, que incluye más de 6.700 satélites en órbita terrestre baja.
“SpaceX vio 20 kilómetros [12.4 miles] de error de posición en sus cálculos de un día”, dijo Parker en SpaceNews. “Si no estamos seguros de dónde está nuestra nave espacial a 20 kilómetros, entonces podemos tirar por la ventana la prevención de colisiones”. El investigador se refiere al riesgo de que los satélites choquen entre sí en la órbita terrestre baja, un peligro que normalmente se evita rastreando con precisión las posiciones de las naves espaciales en órbita. El ligero cambio de órbita de un satélite lo pone en mayor riesgo de colisión.
Tras el pico de la tormenta, algunos satélites realizaron maniobras automatizadas para volver a sus altitudes previas a la tormenta, corrigiendo los cambios causados por el evento. Un día después de la tormenta, cerca de 5.000 satélites, en su mayoría Starlink, realizaron maniobras de elevación de órbita, según Parker.
“Esta es la mitad de todos los satélites activos que deciden maniobrar al mismo tiempo”, dijo. “Esto la convierte en la mayor migración masiva de la historia”. Las maniobras hacen que sea aún más difícil predecir dónde estarán los satélites entre sí, lo que aumenta el riesgo de colisión.
Los científicos todavía están intentando comprender el comportamiento del Sol para predecir mejor la aparición de estas tormentas geomagnéticas, lo que ayudaría a los operadores de satélites a preparar sus equipos en el espacio.