Mira cómo humanos y robots militares entrenan juntos

Mira cómo humanos y robots militares entrenan juntos

El 2 de junio, en una base militar en el interior boscoso de Bélgica, un equipo de robots avanzó tentativamente a través de un campo de batalla simulado. Sobre orugas y ruedas, y junto a soldados uniformados, estos robots exploraron edificios, tomaron posiciones defensivas detrás de baluartes de tierra apisonada, y algunos incluso se vistieron con redes de camuflaje, ocultando su voluminoso cuerpo de la vista casual. Un robot de tierra armado escondido en un afloramiento de árboles, su torre apuntando para proteger el avance. Este ejercicio de entrenamiento, la cuarta demostración de este tipo de los robots por parte del ejército belga, fue parte del proyecto europeo iMUGS, o Sistema de tierra modular no tripulado integrado.

El ejercicio se centró en un vehículo llamado THeMIS, fabricado por Milrem Robotics de Estonia, la empresa que fue la coordinadora principal del proyecto de 32,6 millones de euros (unos 35 millones de dólares). Junto a Milrem de Estonia, empresas de Francia, Finlandia, España, Alemania, Letonia y Bélgica contribuyeron al proyecto, con el objetivo de desarrollando

una “arquitectura modular y escalable” que podría modificarse fácilmente para su uso junto con vehículos que transportan personas. En resumen, el ejercicio fue una forma en que los soldados probaron el uso de muchos robots a la vez.

Al diseñar robots como parte de una arquitectura más amplia, el proyecto permite que las empresas que fabrican robots y los militares que utilizan robots piensen en cómo funcionarán estas herramientas junto con los vehículos tradicionales existentes y en combinación entre sí. Los objetivos del proyecto incluyen el desarrollo de vehículos aéreos y terrestres, sistemas de control, una forma para que los vehículos se comuniquen entre sí y con operadores humanos, sensores para percibir el mundo y compartir esa información de manera útil, espacio para armas y computadoras. software que facilita la operación suave y útil por algoritmo.

Crucial para estos esfuerzos es asegurarse de que cualquier robot potencialmente enviado pueda estar sujeto al comando humano. Cuando se lanzó el proyecto en diciembre de 2020, Milrem Anunciado

que “El sistema que se desarrollará estará bajo un control humano significativo”.

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THeMIS, ya establecida como una plataforma versátil que puede transportar una gran cantidad de cargas útiles, se convirtió en la pieza central del proyecto. La versión básica es un vehículo con orugas del largo de un carrito de golf pequeño, aunque más ancho y más corto. Se puede controlar de forma remota a una milla de distancia de un operador humano, y en un motor diesel-eléctrico puede conducir durante hasta 15 horas. Como vagón versátil, puede transportar equipo, como mochilas, combustible o raciones adicionales, mientras se mantiene al día con un ejército en marcha o avanza a poco más de 12 mph.

Lo que hace que THeMIS sea crucial como plataforma para que los militares exploren el uso de la robótica en el campo de batalla es la forma en que puede transportar otros sensores y realizar tareas más allá de los transportadores de carga móviles. Un rango de torretas

se puede montar en él, por lo que el THeMIS puede albergar cámaras, telémetros y armas, desde ametralladoras hasta misiles antitanque como el Javelin y municiones merodeadoras. Estas armas se controlan a distancia, aunque los algoritmos de orientación pueden ayudar a encontrar y rastrear vehículos o personas antes de que un operador humano presione el gatillo.

Más allá de las armas, el THeMIS también puede admitir sensores para inspeccionar el campo de batalla, y uno de esos sistemas se presentó por primera vez en el ejercicio del 2 de junio en Bélgica. Observar THEMIS, como se llamó la variante de despliegue de la torre, cuenta con una cámara, un radar, un sensor acústico para detectar disparos, así como un “Sistema de oscurecimiento rápido” fabricado por Rheinmetall denominado ROSY. Este dispositivo puede, en un segundo, lanzar humo, calor y luz, lo que dificulta que los sensores infrarrojos, ópticos y láser detecten un vehículo abruptamente oculto.

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Al colocar todos estos sensores en una torre desplegable en un robot de campo de batalla, los soldados en el campo pueden obtener más información que la que estaba disponible anteriormente en su nivel. Para facilitar un poco la tarea de administrar un robot mientras sobrevive en combate, el bot puede seguir de forma autónoma a otro vehículo o seguir puntos de referencia trazados en un mapa. La detección y evitación de obstáculos ayuda a evitar que el vehículo colisione.

Junto a los robots THeMIS en el ejercicio había al menos cinco robots terrestres minimalistas con el logotipo de dotOcean, una empresa de control autónomo que se enfoca en modernizar los barcos existentes con nuevos sistemas de control. Su contribución al proyecto de robot terrestre modular es desarrollar un algoritmo que permite que una flota de robots en red colaborar juntos.

En un video del ejercicio, Cumbre-XL También aparecen robots de la empresa española Robotnik. Estas máquinas con ruedas se pueden conducir de forma remota o funcionar de forma autónoma, y ​​utilizan láseres y otros sensores para escanear y estudiar el terreno circundante.

Tomados como un todo, los robots en el ejercicio apoyan a los soldados escaneando el campo de batalla de una manera que los ojos humanos no pueden. El ejercicio, al menos como se muestra en el video, apoyó un futuro donde los robots con ruedas más pequeños en las carreteras podrían identificar nuevas rutas y correr poco riesgo si se pierden, mientras que las máquinas más grandes podrían tomar posiciones avanzadas, permitiendo que un operador humano remoto dirija el fuego de cobertura mientras los soldados avanzan si es necesario. . Es una exploración y una visión del combate en la que los soldados todavía hacen la mayor parte del combate, pero en los bordes y en los huecos los robots brindan nueva información y nuevas formas de avanzar y atacar.

Mira el video a continuación:

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