Misteriosos destellos se remontan al encuentro de una nube cósmica con agujeros negros fusionados: Heaven32

En marzo de 2021, los astrónomos observaron un estallido de luz de alta energía procedente de una galaxia distante. Se le asignó el nombre AT 2021hdr y se pensó que era una supernova.

Sin embargo, hubo suficientes características interesantes que el Aprendizaje Automático para la Clasificación Rápida de Eventos (ALeRCE) marcó como potencialmente interesantes.


En 2022, se observó otro estallido y, con el tiempo, la Instalación Transitoria de Zwicky (ZTF) encontró un patrón de estallidos cada 60 a 90 días.


Claramente no era una supernova, pero no estaba claro qué podría ser hasta una reciente estudiar resolvió el misterio.


Una idea era que AT 2021hdr fuera un evento de interrupción de marea (TDE),]donde una estrella se acerca demasiado a un agujero negro y se desgarra.


Esto puede crear ráfagas periódicas a medida que el remanente estelar orbita alrededor del agujero negro, pero los TDE no tienden a tener patrones tan regulares.


Entonces el equipo consideró otro modelo, en el que una nube interestelar masiva pasa al reino de un par de agujeros negros binarios.

Las simulaciones muestran cómo los agujeros negros binarios interactúan con una nube de gas. (F. Goicovic et al. 2016)

Las simulaciones por computadora muestran que en lugar de simplemente destrozar la nube, un agujero negro binario la agitaría a medida que la consume. Esto produciría un estallido periódico de luz a medida que los agujeros negros orbitan.


El equipo observó AT 2021hdr utilizando el Observatorio Swift Neil Gehrels y encontró oscilaciones periódicas de luz ultravioleta y de rayos X que coinciden con las ráfagas transitorias observadas por ZTF.


Estas observaciones coinciden con las simulaciones de un agujero negro binario.


Basado en los datoslos agujeros negros tienen una masa combinada de unos 40 millones de soles y orbitan entre sí cada 130 días.


Si continúan por su camino, los dos agujeros negros se fusionarán en unos 70.000 años. Sin la nube que pasaba, nunca las habríamos notado.


El equipo planea continuar sus observaciones del sistema para perfeccionar aún más su modelo. También planean estudiar cómo interactúan los agujeros negros con su galaxia de origen.

Este artículo fue publicado originalmente por Universo hoy. Lea el artículo original.