“No se trata sólo de arreglar las cosas, se trata de disculparse con profunda vergüenza”, dijo el miércoles el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, después de flexibilizar las reglas para que los descendientes de víctimas nazis reclamen la ciudadanía. “Es una gran fortuna para nuestro país si la gente quiere convertirse en alemán, a pesar de que tomamos todo de sus antepasados”, agregó Seehofer. Los grupos judíos llamaron a la medida un “gesto de decencia”.