Arabia Saudita detiene las peregrinaciones a lugares sagrados musulmanes por temor a los coronavirus



Con el mes de ayuno musulmán del Ramadán y la peregrinación anual al Hayy que se acerca rápidamente, a millones de creyentes se les ha prohibido ingresar a Arabia Saudita, hogar de algunos de los lugares más sagrados del Islam, ya que el país impone restricciones a los viajes a La Meca y Medina como COVID- 19, o nuevo coronavirus, continúa propagándose por todo el Medio Oriente.

Arabia Saudita anunció su decisión a pesar del hecho de que el número de casos confirmados de coronavirus en Arabia Saudita se ha mantenido relativamente bajo.

Las autoridades del Reino también han prohibido a los viajeros de los países afectados por el nuevo virus, incluso si ya tenían visas de turista para ingresar al país.

"Arabia Saudita renueva su apoyo a todas las medidas internacionales para limitar la propagación de este virus e insta a sus ciudadanos a tener precaución antes de viajar a países que experimentan brotes de coronavirus", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita en un comunicado anunciando la decisión.

La decisión del gobierno saudí causó una ola de malentendidos y enojo por parte de millones de creyentes musulmanes, ya que muchos salvan y planean toda su vida para tener la oportunidad de realizar lo que los musulmanes llaman la Umrah, una peregrinación menor que difiere del hajj anual a La Meca en que incluye visitas tanto a La Meca como a Medina y se puede realizar en cualquier época del año.

Aquellos que ya están en Arabia Saudita aún pueden viajar a la Gran Mezquita de La Meca, donde los peregrinos rodean la Kaaba negra en forma de cubo que los musulmanes de todo el mundo rezan cinco veces al día.

Realizar el Hayy, que está programado para julio de este año, es un deber religioso obligatorio para los musulmanes que deben realizar al menos una vez en su vida todos los musulmanes adultos que sean física y financieramente capaces de emprender el viaje.

Los brotes de enfermedades siempre han sido motivo de preocupación durante el hajj. Arabia Saudita ya enfrenta el peligro de otro virus: el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente, o MERS, que se ha trasladado de los camellos a las personas.

El Reino fortaleció las medidas de salud pública durante el Hayy en 2012 y 2013 y alentó a las personas enfermas y de edad avanzada a no participar. Las autoridades sauditas también han prohibido a los peregrinos de los países afectados por el virus del Ébola en los últimos años.

Mientras tanto, a pesar de los constantes llamados de las autoridades, los líderes religiosos en Irán se han negado a cerrar los lugares sagrados chiítas, a pesar de que las Repúblicas Islámicas son uno de los países más afectados del mundo con un número no confirmado de muertes e infecciones, aunque la mayoría de los expertos en salud creen los totales para estar en los miles.

Entre los infectados por el virus en Irán se encuentra el vicepresidente de línea dura del país, Masoumeh Ebtekar. Ella es mejor conocida como una de las terroristas más militantes que asaltaron la Embajada de los Estados Unidos en 1979 y retuvieron a decenas de ciudadanos estadounidenses como rehenes durante 444 días.

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