37 civiles murieron y 60 resultaron heridos en una emboscada en un convoy que transportaba empleados de una empresa minera canadiense en Burkina Faso el 6 de noviembre.
El secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres
La semana pasada, hombres armados entraron a la fuerza en una mezquita en Burkina Faso mientras los fieles rezaban, matando a 16 personas y enviando a los residentes a huir, según fuentes de seguridad.
Según las cifras de la ONU, en un lapso de tres semanas, el número de desplazados en Burkina Faso aumentó en casi un 70 por ciento, alrededor de medio millón de personas, en una nación de 20 millones.
Reiterando el compromiso de la ONU de apoyar a la nación, sumida en la violencia, Guterres destacó "el pleno apoyo de las Naciones Unidas al Gobierno de Burkina Faso en sus continuos esfuerzos para garantizar la paz y la estabilidad en el país".