La policía francesa limpió el último campamento de campaña para migrantes en el noreste de París como parte de un plan para sacar a los migrantes de las calles.
Según las autoridades, los 427 migrantes vivían en 266 tiendas de campaña y refugios improvisados en un campamento al lado del canal "cubierto de desechos y desperdicios, invadidos por ratas y emitiendo un olor a orina y excremento pestilente y maloliente". La operación duró dos horas.
El presidente del país, Emanuel Macron, prometió limpiar los campos como parte de su postura más dura sobre la inmigración. La semana pasada, la policía trasladó a más de 1,436 migrantes de otro campamento en el norte de París.
El gobierno había prometido despejar todos los campamentos de migrantes de la ciudad a fines del año pasado, en parte abriendo más refugios para los solicitantes de asilo, así como deportando a aquellos cuyas solicitudes son rechazadas. Miles de personas de África y Oriente Medio han huido de la guerra en sus países de origen.
"No vamos a reanudar un ciclo interminable de evacuaciones seguido de nuevas instalaciones", dijo el jefe de policía de París.