Los ministros europeos agregaron el lunes 8 individuos sirios y 2 compañías a la lista de sanciones de Siria, cuyas actividades beneficiaron directamente al régimen del presidente Bashar al-Assad, incluso a través de proyectos ubicados en tierras expropiadas de personas desplazadas por el conflicto.
La lista de sanciones ahora incluye a 277 personas y 71 entidades a las que se aplica una prohibición de viajar y un congelamiento de activos, y la lista se revisa anualmente.
Las sanciones de la UE contra Siria, impuestas por primera vez en 2011, prevén un embargo de petróleo, restricciones a ciertas inversiones, un congelamiento de los activos del banco central sirio en la UE y restricciones a la exportación de equipos y tecnología que podrían usarse para la represión interna, así como en equipos y tecnología para el monitoreo o la interceptación de internet o comunicaciones telefónicas.
Las relaciones con el gobierno sirio se han suspendido desde 2011, tras una escalada del conflicto y graves violaciones de los derechos humanos en el país.