La Unión Europea expresó el 7 de noviembre su compromiso de apoyar al pueblo haitiano en su camino hacia la estabilidad, ya que las malas condiciones de vida de la población y el empeoramiento de la situación de seguridad han provocado "disturbios sociales graves, duraderos y violentos".
Durante casi un año y medio, los manifestantes en Haití han estado llamando al presidente Jovenel Moïse
"El derecho a manifestarse libre y pacíficamente debe garantizarse, mientras que la violencia de ambas partes debe evitarse en todas las circunstancias para evitar una mayor inestabilidad y sufrimiento de la población", la Unión declaró en una declaración emitido por su jefe de política exterior, Federica Mogherini.
La UE también instó a "la participación de todos los actores en un diálogo interhaitiano franco, abierto e inclusivo", que debería dar como resultado "soluciones duraderas a la actual crisis política, económica y humanitaria".