En la asamblea general de la ONU, el presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo que "un solo error" en la región podría "alimentar un gran incendio", y agregó que la región del Golfo está "al borde del colapso". Acusó a Estados Unidos de "terrorismo económico despiadado", confirmando que no se sentaría con el presidente Donald Trump hasta que se levantaran las sanciones. Repitió su compromiso con el acuerdo nuclear y agregó que "la paciencia de Irán tiene un límite".