¿Qué futuro para la Conferencia del Futuro de Europa?



Originalmente programada para comenzar en mayo, la conferencia se pospuso hasta septiembre debido a la pandemia de coronavirus.

A pesar de las advertencias de que no se cumplirían las expectativas, como fue el caso de la constitución europea, creo que es una ocasión única para una Europa más democrática, soberana y federal.

Ofrecerá la posibilidad de poner el futuro de la UE en el centro del debate europeo y, si se gestiona bien, podría revitalizar la idea europea.

La conferencia es un proyecto maravilloso para reconocer y respetar las diferentes dimensiones nacionales. La selección de Guy Verhofstadt como presidente es una excelente elección. Es un europeo comprometido y tiene una larga experiencia en los asuntos de la UE.

Los estados miembros de la UE tienen opiniones diferentes según su contexto histórico, político, socioeconómico y mediático.

La Conferencia sobre el Futuro de Europa ayudará a descubrir por qué una gran parte de los europeos no respalda a la Unión. Lanzará una discusión sobre qué es una identidad europea y cuáles son nuestros valores.

Volviendo local

La Conferencia sobre el Futuro de Europa podría ser un excelente ejemplo de Going Local.

Empoderar a los ciudadanos e interactuar con ellos, apoyar el desarrollo de una esfera pública europea, establecer un diálogo bidireccional, escuchar a las personas y ser transparentes.

Los resultados de este proceso democrático no deben ser descuidados sino respetados y analizados.

La mayoría de los principales problemas reales, como la crisis migratoria, el euroescepticismo, la cooperación en cuestiones de seguridad y, últimamente, la pandemia de coronavirus requieren una respuesta europea coordinada.

Si bien el Parlamento Europeo fue la primera institución de la UE en publicar un documento sobre la conferencia, de hecho, la idea original surgió del presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Por el momento, todos quieren participar, y la discusión se centra actualmente en el formato más que en el contenido.

La conferencia se centrará en involucrar a la sociedad civil en grandes debates sobre el futuro de Europa y proporcionará soluciones sostenibles sobre cómo la Unión puede responder a las necesidades de las personas.

Debe identificar qué hace bien la UE y qué nuevas medidas necesita para mejorar, aumentar su capacidad de acción y hacerla más democrática. Todo el proceso debe basarse en un enfoque ascendente.

También debería proporcionar más información en ámbitos relacionados con la transparencia de los trabajos del Consejo de la UE; impulsar el sistema de listas paneuropeas para las próximas elecciones europeas y revivir el sistema de 'Spitzenkandidate'.

Los ciudadanos también deben debatir un llamado al cambio de tratado, en particular con respecto a la competencia de los Estados miembros en el sector de la salud.

La esfera pública europea.

La Conferencia podría ser un paso útil en la dirección de estructurar una esfera pública europea. Tal esfera apenas es necesaria para la mayor unificación del continente.

Por el momento, Europa todavía no es una nación y la UE aún no es un estado federal. Es una especie de confederación.

Europa necesita desafiar los mitos que rodean el bloque presentando historias que respondan a las preocupaciones de los ciudadanos. La UE necesita una verdadera revolución de la comunicación si quiere resaltar sus logros y su valor añadido.

Sin embargo, la marca, las relaciones públicas o la comunicación no pueden funcionar correctamente si no están respaldadas por reformas reales y voluntad política. Todas las estrategias de comunicación comienzan con la política, con el desempeño y con la acción.

La mayoría de los problemas de la UE, incluidos el euroescepticismo y el populismo, pueden abordarse si la propia Unión comienza a cambiar, a funcionar mejor y los ciudadanos de la UE lo ven así.

A pesar del lento proceso de unificación que experimentamos en las últimas siete décadas, las divisiones se están ampliando aún más recientemente debido a Covid-19.

Por otro lado, mientras la humanidad, en su conjunto, experimente repetidamente las mismas experiencias traumáticas, habrá, gradualmente, un sentido más amplio de unidad. Sin embargo, este será un proceso más lento que el surgimiento del nacionalismo.

Creo firmemente que la Unión Europea nos permite preservar nuestro modelo de sociedad de estado de bienestar, nuestras democracias liberales y la diversidad de nuestras culturas nacionales.

Al unir fuerzas y trabajar juntos podemos encontrar soluciones viables a muchos problemas. Una Europa políticamente unificada es el mejor remedio contra el aumento de la pobreza, la extrema derecha, la intolerancia y el racismo.

Incluso después de perder Gran Bretaña, la UE sigue siendo uno de los principales actores del planeta a pesar de su lento proceso de toma de decisiones.

Si queremos jugar un papel importante y tener una especie de influencia en la agenda política internacional y la solución de problemas globales, debemos mantener nuestras fuerzas juntas.

Abandonar la unificación europea sería igual a abandonar el escenario mundial para siempre.

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