Yiannis Balbakakis, gobernador del abarrotado centro de recepción e identificación de Moria, en la isla griega de Lesbos, renunció el miércoles diciendo que está "cansado", informó Ekathimerini. Dirigió el campamento durante tres años y se le atribuyó la creación de "zonas seguras" para niños no acompañados, mujeres y familias monoparentales. Las organizaciones humanitarias criticaron en repetidas ocasiones las condiciones de vida en el campamento, que alberga a 10.000 personas, que es cuatro veces más de su capacidad.