Un refugiado ruandés sospechoso de causar un gran incendio que devastó la catedral en la ciudad francesa de Nantes el año pasado asesinó el lunes a un sacerdote católico en el oeste de Francia, dijeron funcionarios a AFP. El padre Olivier Maire, de 60 años, fue asesinado en la ciudad de Saint-Laurent-sur-Sevre en la comunidad religiosa de Montfortains donde vivía y donde también se había albergado al sospechoso.