Un medio libre es vital para ayudar a navegar la crisis del coronavirus



Los medios gratuitos nunca son más importantes que durante las emergencias de salud pública. Las personas necesitan saber la verdad sobre la amenaza que enfrentan y cómo nosotros, como sociedad, podemos superar el problema.

Limitar la libertad de los medios y retener o distorsionar la información veraz es una amenaza para la salud pública. Ya lo hemos visto durante la pandemia de COVID-19, ya que las decisiones de China, Irán y otros países de suprimir la información y restringir la libertad de prensa han retrasado las respuestas al virus y han dejado a otros países desinformados de los riesgos, poniendo a las personas en peligro.

Los medios de comunicación prestan un servicio público informando a las personas sobre las políticas gubernamentales y la administración de la atención médica, y entregando información crítica sobre cosas como las reglas de cuarentena o la disponibilidad de máscaras faciales. Los medios de comunicación también funcionan como un perro guardián que permite que tanto los periodistas como el público analicen las políticas públicas. Un medio de comunicación libre e independiente mantiene a los gobiernos alerta, asegurándose de que respondan al público por sus decisiones.

Restricción de medios gratuitos

Algunos políticos socavan la confianza en las fuentes de noticias confiables precisamente porque les obligan a rendir cuentas por sus fallas hacia el público. Algunos llaman a estos medios "noticias falsas", mientras que otros simplemente buscan desacreditar a los medios independientes. Vemos esto del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y líderes europeos como Milos Zeman en la República Checa y Viktor Orban en Hungría, por nombrar algunos.

Atacar a los medios libres tiene graves consecuencias, especialmente durante una crisis de salud. Puede reducir la confianza de las personas en fuentes de noticias confiables y reduce su consumo general de noticias. Si las personas no pueden obtener información sobre las medidas gubernamentales o sobre las recomendaciones de los funcionarios de salud, compromete la efectividad de la lucha contra COVID-19.

Algunos gobiernos de la UE van aún más lejos al limitar indebidamente las sesiones informativas de prensa. En Hungría, los medios de comunicación solo pueden enviar sus preguntas antes de que comience una conferencia de prensa, lo que hace imposible hacer preguntas de seguimiento a las respuestas que son deshonestas. Eslovenia y la República Checa han anunciado que no se realizarán más sesiones de prensa durante la pandemia. Estas limitaciones sofocan la responsabilidad democrática.

Hungría también ha introducido un nuevo delito en su código penal, cuyo objetivo es silenciar las críticas de los periodistas independientes. El gobierno ataca con frecuencia a los pocos medios de comunicación restantes que no están bajo su control al afirmar que difunden información errónea. La nueva ley permite que cualquier persona que se considere que difunde información errónea sea encarcelada por un mínimo de un año y hasta cinco años.

Este nuevo crimen convierte los estándares internacionales aceptados en sus cabezas. Pautas aplicables emitido por el Consejo de Europa establece que los gobiernos deben considerar la responsabilidad penal o administrativa para los funcionarios públicos que utilizan los medios de comunicación para manipular la opinión pública durante una crisis.

En marzo, la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación de la OSCE emitieron un declaración sobre cómo los gobiernos deben promover y proteger el acceso a la información durante COVID-19. Señala que "cualquier intento de criminalizar la información relacionada con la pandemia puede generar desconfianza en la información institucional, retrasar el acceso a información confiable y tener un efecto negativo en la libertad de expresión".

Proteger los medios libres

Casi no hay circunstancias concebibles en las que sea justificable interferir con la libertad de los medios durante una pandemia. Los gobiernos y los medios libres necesitan trabajar de la mano difundiendo información confiable al público en general a través de todos los canales disponibles. Esto puede incluir medios de servicio público, periódicos locales o incluso carteles publicitarios, dependiendo del panorama de medios de cada país.

No es solo el deber de la UE respetar los medios independientes. Las instituciones de la UE también juegan un papel. La concentración de la propiedad de los medios, la financiación ilegal y la subvención cruzada de los medios de servicio público es un problema sistémico en la mayoría de los 27 miembros de la UE. La Unión Europea podría evitar esto haciendo cumplir las normas de competencia y estimulando los mercados de medios libres y pluralistas. Estas son herramientas importantes para garantizar la disponibilidad de fuentes confiables de información.

Es esencial que los gobiernos defiendan la libertad de los medios durante las emergencias de salud pública, como la que enfrentamos actualmente. Al hacerlo, es más probable que los gobiernos actúen en interés público y salven vidas.

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